Ademola Lookman marcó un sensacional triplete y el Atalanta se impuso 3-0 al Bayer Leverkusen en la final de la Europa League, para conquistar el segundo trofeo importante en sus 117 años de historia y poner fin a la extraordinaria racha de imbatibilidad del campeón alemán.
Lookman, quien intentó consolidarse en la Premier League inglesa con el Everton, el Fulham y el Leicester City antes de relanzar su carrera en Italia a las órdenes del entrenador del Atalanta, Gian Piero Gasperini, marcó dos goles en los primeros 26 minutos y sentenció la victoria a 15 minutos del final.
La victoria puso fin a dos décadas de búsqueda de títulos importantes por parte del propio Gasperini, después de que su equipo superó con creces al formidable Leverkusen de Xabi Alonso, que había encadenado la increíble cifra de 51 partidos invictos.
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Pero al igual que hizo en las dos rondas anteriores contra el Liverpool y el Olympique de Marsella, el Atalanta no dio ni un respiro a su rival para rubricar con una victoria su primera final europea.
Los italianos golpearon a los pocos minutos, cuando Davide Zappacosta dejó demasiado espacio por la derecha para que Lookman anticipara a un desorientado Exequiel Palacios en el recorte y anotara el primer gol.
Otro error del Leverkusen regaló la posesión al delantero nigeriano, que se libró de un defensa y lanzó un derechazo esquinado desde fuera del área.
Los alemanes, aturdidos, mostraron breves destellos de lo rápido que pueden volcarse en ataque, pero poco les salió y fue Charles De Ketelaere quien más se acercó en la contra.
El Leverkusen sustituyó al defensor Josip Stanisic por su máximo goleador, Victor Boniface, en el descanso, pero eso apenas cambió las cosas.
El Leverkusen sólo no había marcado una vez durante su racha de 42 victorias en todas las competiciones y 17 goles marcados en el minuto 90 o después, pero las posibilidades de una nueva remontada se desvanecieron ante la resuelta zaga del Atalanta.
Lookman las extinguió por completo con otro golazo tras un regate y un tiro al ángulo, esta vez con la zurda, para completar su triplete, el sexto en una gran final europea y el primero desde el de Jupp Heynckes con el Borussia Moenchengladbach en la Copa de la UEFA de 1975.
El club de Bérgamo puso fin a 61 años de espera desde su triunfo en la Copa de Italia de 1963.
Con información de Reuters
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