La noticia fue un bombazo en La Boca, a minutos del cierre del libro de pases. Luego de viajar de Bogotá a Buenos Aires y realizarse los estudios médicos de rutina, Andrés Felipe Román tenía todo listo para firmar su contrato con Boca. Pero, tras una reunión de la junta médica de la institución de la Ribera, el pase terminó por caerse. Según pudo conocerse, el lateral derecho proveniente de Millonarios de Colombia sufre una enfermedad cardíaca que pone en peligro su vida y la continuación de su carrera profesional, ya que no le permite realizar actividad de alto rendimiento.
Según informaron, el defensor cafetero de 25 años sufre una miocardiopatía hipertrófica progresiva, que puede ser tratada con medicamentos y estudios de rutina pero que no puede ser curada en su totalidad.
¿Qué es la miocardiopatía hipertrófica progresiva?
Es una afección en la cual se presenta un engrosamiento del miocardio; una sola parte del corazón es más gruesa que las demás. Esto dificulta la salida de la sangre del corazón y genera un mayor trabajo al bombear sangre al cuerpo.
Puede transmitirse de forma hereditaria o aparecer progresivamente y se cree que es resultado de defectos en los genes (mutaciones) que controlan el crecimiento del miocardio. Además, cabe destacar que las personas más jóvenes son más propensas a presentar la miocardiopatía de forma grave aunque se presenta a cualquier edad.
Normalmente, en la mayor parte de los casos, la miocardiopatía hipertrófica no se diagnostica ya que no se presentan grandes síntomas. Incluso, la gente puede llevar una vida normal y sin grandes problemas. El inconveniente en el caso de Felipe Román es que quienes atraviesan esta condición no pueden realizar actividad de alto rendimiento porque el corazón hace mucho esfuerzo y puede colapsar.
¿Qué síntomas pueden indicar una miocardiopatía hipertrófica?
Algunas alarmas que hay que tener en cuenta en relación a la afección, por las que es necesario consultar a un médico: falta de aire al hacer ejercicio, dolor en el pecho durante la actividad, desmayos tras hacer grandes esfuerzos, soplos cardíacos (detectados por un cardiólogo), ritmos cardíacos anormales (arritmias), sensación de latidos rápidos o palpitaciones.
Posibles complicaciones frente a la miocardiopatía hipertrófica
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Fibrilación auricular. El engrosamiento del músculo cardíaco, así como la estructura anormal de las células cardíacas, puede causar cambios en el sistema eléctrico del corazón, lo que da lugar a latidos cardíacos rápidos o irregulares. La fibrilación auricular también puede aumentar el riesgo de que se generen coágulos sanguíneos que, si se desplazan hasta el cerebro, pueden ocasionar un accidente cerebrovascular.
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Bloqueo del flujo sanguíneo. En muchas personas, el músculo cardíaco engrosado bloquea el flujo de sangre que sale del corazón y causa falta de aire con el esfuerzo, dolor de pecho, mareos y desmayos.
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Problemas en la válvula mitral. Si el músculo cardíaco engrosado bloquea el flujo de sangre que sale del corazón, es posible que la válvula entre la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo (válvula mitral) no se cierre correctamente. Como resultado, es posible que la sangre se filtre en sentido inverso hacia la aurícula izquierda (regurgitación de la válvula mitral) y produzca un empeoramiento de los síntomas.
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Miocardiopatía dilatada. En un número muy pequeño de personas con cardiomiopatía hipertrófica, el músculo cardíaco engrosado puede volverse débil e ineficaz. El ventrículo se agranda (dilata) y pierde capacidad de bombeo.
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Insuficiencia cardíaca. El músculo cardíaco engrosado puede llegar a ser demasiado rígido para llenar el corazón con sangre. Como resultado, el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo.
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Muerte cardíaca súbita. En raras ocasiones, la miocardiopatía hipertrófica puede causar una muerte súbita relacionada con el corazón en personas de todas las edades. Debido a que muchas personas con miocardiopatía hipertrófica no se dan cuenta de que la tienen, la muerte cardíaca súbita puede ser el primer signo de un problema. Puede ocurrir en jóvenes aparentemente sanos, incluidos atletas de escuela secundaria y otros adultos jóvenes y activos.