Protectores solares: los errores más comunes que tenemos en su uso frente a la ola de calor

Aplicar un poco de protector solar en la cara, los brazos y las piernas si vamos a estar expuestos al sol es imprescindibles para evitar cualquier tipo de inconveniente.

27 de octubre, 2021 | 12.20

La ola de calor llegó con todo a la Argentina y los cuidados de la piel deben incrementarse en estas temporadas. Aplicar un poco de protector solar en la cara, los brazos y las piernas si vamos a estar expuestos al sol es imprescindibles para evitar cualquier tipo de afección. Sin embargo, aun así se cometen muchos errores en el uso de los protectores solares que impiden su efectividad.

Los errores más comunes en el uso de los protectores solares

Usar filtro inadeacuado

El factor de protección solar (FPS o SPF, en inglés) es un índice que señala la capacidad del producto para resguardar la piel frente a los rayos solares y el número indica la cantidad de tiempo que una persona -en condiciones ideales- puede estar expuesta al sol sin ponerse colorada, que es el signo primario de daño solar.

Por lo tanto, la selección del bloqueador solar adecuado dependerá de la sensibilidad de cada uno. La recomendación general es usar un FPS mayor a 15 en el cuerpo y mayor a 30 en el rostro. En las pieles muy claras, lo acertado será un cosmético con la escala más alta (+50). Hay que tener en cuenta que desde hace un tiempo las marcas acordaron clasificar con esta cifra a los productos de ultra protección.

Otro punto importante: buscar siempre solares que actúen contra los rayos UVB y UVA.

No renovar la aplicación

Las indicaciones dependerán del tipo de filtro, de la actividad realizada y del contacto con el agua. La sugerencia estándar es aplicarlos 30 minutos antes de exponerse al sol, para que sus compuestos se absorban, y luego, cada dos horas. También es imprescindible volver a colocarlos después de un baño de más de 20 minutos, de secarse con una toalla o de una actividad física intensa. Además, existen filtros físicos o minerales, que actúan como una pantalla reflectora. Su acción es inmediata y son indicados para casos de alergia.

Elegir el mismo producto para la cara y el cuerpo

Aunque la tecnología es la misma, las marcas desarrollaron presentaciones con texturas y componentes específicos para atender las necesidades de cada zona. Para la cara, hay líneas diferenciadas según el tipo de piel (seca, mixta, oleosa o sensible). Se puede elegir entre lociones, cremas, geles, spray y hasta que sirven para retocar el protector solar sobre el maquillaje. Por su parte, el cuerpo -a veces, menos expuesto y más resistente a las quemaduras- requiere de una crema ligera y fácil de distribuir o de un spray con agentes hidratantes.

Aplicar muy poca cantidad

Las medidas recomendadas: en el cuerpo, una mano completa de crema y el equivalente a una cucharada grande, para el rostro y el cuello. Esto dará la pauta de haber realmente esparcido el producto en toda la superficie de la piel. Otra alternativa para asegurar la protección: elegir un filtro más alto para tener un margen mayor de seguridad.

No revisar la fecha de vencimiento

Los cosméticos tienen una fecha de vencimiento y un plazo de uso una vez abierto, que se conoce con la sigla PAO (Period After Opening) y está expresado con el dibujo de un envase destapado. Ambas cuestiones son fundamentales para determinar la efectividad.

De la misma forma, es importante seguir las condiciones de almacenamiento sugeridas. Si el protector estuvo expuesto al calor y al sol, es probable que su poder de acción esté disminuido.