La presión arterial baja (hipotensión) es una de las afecciones más comunes y hay muchas maneras sencillas y eficaces de equilibrarla. Muy rara vez causa problemas graves, a diferencia de la presión arterial alta, que puede llevar a un infarto, un accidente cerebrovascular o dañar otros órganos, como los riñones. Sin embargo, sus síntomas pueden ser muy molestos. Desde El Destape Web, te contamos qué cosas podés hacer cuando te baja la presión.
Se considera presión baja cuando al medirla con un aparato la presión sistólica marca un número inferior a los 90 milímetros de mercurio (mm Hg) y la diastólica marca menos de 60 mm Hg. La sistólica indica la presión de la sangre en la arteria cuando se contrae el corazón, mientras que la diastólica marca la presión de la sangre cuando el corazón se relaja entre latidos.
La presión puede bajar por diferentes motivos: por haberse levantado muy rápido de la cama o de una silla, por haber pasado muchas horas sin ingerir ningún alimento, por estar deshidratado, por estar demasiado abrigado, por haberse sofocado en un día de verano, entre muchos otros.
También es posible que la presión disminuya por haber tomado algún medicamento, por tener alguna infección grave, una alergia, problemas cardíacos, desequilibrios hormonales o falta de nutrientes en la dieta. Incluso la causa del problema puede ser emocional, como sufrir de estrés o ansiedad.
Síntomas de presión baja
- Mareos
- Sensación de tener el cuerpo flojo
- Calor interno y sudor frío
- Visión borrosa
- Náuseas, vómitos y/o descompostura
- Cansancio corporal
- Desmayo
- Falta de concentración
- Confusión
- Respiración acelerada
Qué hacer si tengo presión baja
- Acostarse en el suelo o en una cama y estirar las piernas hacia arriba, apoyándolas contra la pared. En caso de no poder hacerlo por algún motivo, sentarse en el suelo o en una silla.
- Desabrigarse y abanicarse o acercarse a una ventana para tomar aire.
- Colocar sal o azúcar debajo de la lengua. Si la presión te baja muy seguido, puede que te falte incluir más sal en las comidas.
- Tomar agua o alguna bebida con electrolitos (no muy de golpe, sino de a sorbos pequeños). Es fundamental mantenerse hidratado. Si este es un hábito que te cuesta sostener, puede ser una buena idea tener siempre una botella de agua a mano e ir recargándola.
- Asegurarse de no pasar demasiadas horas sin comer. Para las personas que sufren de presión baja habitualmente, es fundamental comer pequeñas colaciones entre las cuatro comidas.
- Evitar levantase demasiado rápido.
- Comer muy bien antes de realizar actividad física.
- Evitar exponerse al Sol en días de temperaturas elevadas.
- Llevar siempre en la cartera o bolso algún caramelo, sobre de sal o azúcar y una botella de agua.
Comidas que ayudan a subir la presión
- Snack salado (como papas fritas o palitos).
- Jamón crudo
- Queso
- Chocolate negro
- Regaliz
- Una taza de café con leche
- Frutos secos
- Frutas con vitamina C, como kiwis, frutillas, mandarinas, arándanos, naranjas