En la industria de los celulares, uno de los accesorios más vendidos son las fundas de plástico, que tienen como objetivo cuidar el dispositivo de las caídas, los raspones y otros daños. Estas compras suelen ser útiles para muchos usuarios, pero no son la única manera de proteger el equipo. Si se quiere evitar problemas sin gastar en dinero, hay alternativas efectivas muy simples.
Cabe mencionar que hay distintos tipos de fundas de celulares en el mercado, las cuales según su material de construcción tienen distinto precio. Las de silicona son unas de las más elegidas por su suavidad, pero también se ubican las rígidas de plástico o policarbonato que brindas más protección. Sin embargo, una clave para cuidar el celular es prestar atención al uso diario y aplicar ciertos cuidados.
Las recomendaciones para proteger el celular sin comprar una funda
- Limpieza frecuente: eliminá polvo y suciedad con un paño de microfibra.
- Evitar bolsillos con llaves: reducí el riesgo de rayones.
- Colocarle un protector de pantalla: protege la parte más vulnerable.
- Usar una superficie segura al apoyarlo: evitá lugares con bordes o zonas elevadas.
Adiós a los enchufes: cargá tu celular con energía solar y ahorrá energía
Un nuevo dispositivo portátil, diseñado por los creativos Kyuho Song y Boa Oh, promete revolucionar la forma en que cargamos nuestros dispositivos usando la luz del sol. Este invento, presentado en el Dubai Design Week, es una alternativa sustentable que llegó con paso firme.
El dispositivo tiene un diseño compacto y fácil de transportar. Lo único que necesitás es colocarlo en una superficie expuesta al sol, como una ventana o una mesa al aire libre. Su panel solar integrado capta la luz y la convierte en energía utilizable para cargar tus dispositivos.
Aunque no reemplaza por completo a un cargador tradicional, puede darte hasta un 20% de batería en tu celular. Esto puede ser una salvación en situaciones de emergencia, como cortes de luz o cuando estás de viaje en lugares sin acceso a electricidad. Además, incluye una toma de corriente para conectar otros equipos, como notebooks o luces de emergencia.
El tiempo de carga varía entre 5 y 8 horas, dependiendo de la intensidad del sol. Sus creadores ya están trabajando en mejoras, como la incorporación de puertos USB, para que sea compatible con más dispositivos.
Si bien este invento es revolucionario, todavía tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, su capacidad de carga es menor que la de un cargador tradicional, y depende totalmente de la luz solar. Esto significa que en días nublados o de noche, su eficiencia se reduce.