¿Qué es la contaminación electromagnética y qué hacer para prevenir sus efectos negativos?

03 de noviembre, 2023 | 04.05

Cuando se habla de contaminación electromagnética o electrosmog se hace referencia a las emisiones generadas por distintas frecuencias. Por ejemplo, las ondas que emite la  televisión, la radio, la telefonía o las líneas eléctricas. Lamentablemente, las personas pasan largos períodos de tiempo en contacto con la radiación de espectros electromagnéticos. Y, sus efectos, crean riesgos para la salud.

 

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

 

No obstante, se trata de un tipo de contaminación bastante moderna, producto de la actividad humana y el avance tecnológico. Por eso, aún se encuentra bajo estudio. Conoce más al respecto a lo largo de este artículo.

La OMS advierte sobre la posibilidad de que la ansiedad vinculada a la presencia de las nuevas tecnologías sea efecto de la contaminación electromagnética que producen.

¿Qué es la radiación electromagnética?

La radiación electromagnética es un campo electromagnético cuyas ondas se propagan a la velocidad de la luz transportando energía. Toda materia existente emite al espacio estas ondas y viajan por el universo.

La radiación electromagnética es energía transmitida a través de un medio en forma de ondas o partículas. 

 

Un cuerpo con mucha energía emite ondas con una frecuencia muy alta. Entonces, su longitud de onda es menor. En cambio, aquellos con poca energía, emiten ondas con frecuencia baja y su longitud de onda es mayor.

Pero, ¿cómo se manifiesta esta radiación? Pues, lo hace de distintas formas: luz, calor, rayos X, rayos gamma, entre otras. Además, según la cantidad de energía que se emite, puede ser radiación ionizante o radiación no ionizante. Conoce las características de ambas.

Radiaciones ionizantes

La radiación ionizante es un tipo de energía liberada por los átomos en 2 formas:

  • Ondas electromagnéticas: rayos gamma o rayos X.

  • Partículas: alfa y beta o neutrones. 

Entonces, las radiaciones ionizantes son las de alta energía, alta frecuencia y baja longitud de onda. Por tal motivo, es capaz de ionizar la materia. Es decir, arrancar electrones de la corteza de los átomos y en consecuencia, arrancar los electrones de la materia sobre la que inciden.

Debido a sus efectos ionizantes, estas ondas electromagnéticas son capaces de alterar químicamente nuestras moléculas y ser altamente peligrosas y cancerígenas. ¿De dónde proceden? Lo hacen de materiales de construcción, pruebas médicas, ensayos nucleares o el gas radón.

Radiaciones no ionizantes

Este tipo de radiación electromagnética es la emitida por los cuerpos menos energéticos. Por eso no es capaz de arrancar los electrones de los átomos de la materia sobre la que inciden.

¿Qué las origina? Pues bien, en bajas frecuencias: líneas eléctricas de baja, media y alta tensión, transformadores eléctricos y subestaciones. En altas frecuencias: microondas, antenas de telefonía móvil, teléfonos inalámbricos, routers WiFi, aparatos para vigilar bebés.

¿Cuáles son los diferentes tipos?

Según se trate de ionizantes o no ionizantes existen diferentes tipos de cada una de estas radiaciones electromagnéticas: 

Radiaciones no ionizantes

  • Ondas de radio: son las menos energéticas, mayor frecuencia y con una longitud de onda de entre 100 km y 100 micrómetros. Se conocen por su creación artificial para las comunicaciones en radio, radares, radiodifusión y satélites de comunicaciones. Sin embargo, también pueden generarse de forma natural por fenómenos como los relámpagos. 

  • Microondas: tienen una longitud de onda de entre 10 milímetros y 1 metro. Si bien esta radiación no es ionizante, es capaz de hacer vibrar las moléculas de agua presentes en los alimentos generando calor.

  • Infrarrojos: su longitud de onda es de entre 15.000 nanómetros y entre 760 y 780 nanómetros. Por su coloración, es la radiación conocida como infrarrojo. Los seres humanos emitimos esta forma de radiación en función de sus propiedades térmicas. También, los cables de fibra óptica, los mandos a distancia y los telescopios infrarrojos se basan en esta forma de radiación no ionizante.

  • Luz visible: con su longitud de onda de entre 780 nanómetros y 380 nanómetros es la única forma de radiación que nuestros ojos pueden ver. Entonces, la luz no es otra cosa que ondas electromagnéticas que se propagan por el espacio. En cuanto al espectro visible, este se extiende desde los 780 nm (rojo) hasta los 380 nm (violeta) Y, de esta combinación de ondas, nacen más de 10 millones de matices de colores que nuestros ojos son capaces de percibir.

Radiaciones ionizantes

  • Ultravioleta: forma parte de los rayos solares con una longitud de onda de entre 320 nm y 10 nm. Su nombre se debe a que es la radiación que va después del violeta del espectro visible y se extiende hasta la frontera con los rayos X. 

Si bien nuestros ojos no pueden percibir se trata de una radiación altamente mutagénica que provoca daños especialmente en la piel. Aunque, en cantidades moderadas, puede ser útil para el bronceado. 

Además, por sus efectos biológicos, puede usarse como agente de esterilización de la leche para eliminar microorganismos sin dejar residuos químicos.

  • Rayos X: cuentan con una baja longitud de onda (entre 10 nm y 0,01 nm) De allí, su capacidad de penetrar la materia. Este tipo de radiación ionizante se usa para realizar radiografías en pequeños niveles de exposición. De esa forma, no son perjudiciales para la salud humana.

  • Rayos gamma: son la forma más energética de radiación electromagnética (longitud de onda por debajo de los 0,01 nm) Surgen de fenómenos nucleares y eventos astrofísicos de gran violencia como una supernova y la atmósfera terrestre los absorbe. En el ámbito clínico, los rayos gamma se usan para procesos de diagnóstico y tratamiento de ciertos tipos de cáncer.

Cómo afecta la radiación electromagnética a nuestra salud

Es importante destacar en este punto no todas las radiaciones fuera o dentro de la casa son perjudiciales para la salud. Y, que los efectos de la contaminación electromagnética aún no han sido demostrados ni oficialmente clasificados. Sin embargo, existe preocupación al respecto. 

Por ejemplo, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ha calificado las ondas electromagnéticas de los celulares como "posiblemente carcinógenas". Como respuesta a esto, en el 2014, la OMS publicó un informe sobre el tema. 

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva años investigando la hipersensibilidad electromagnética (EHS). Y, en 2015, una mujer francesa obtuvo una pensión de discapacidad por sufrir dicha condición.

En general, los estudios existentes hasta el momento coinciden en algunas consecuencias del electrosmog para la salud:


 

Consecuencias

Manifestaciones

Neurológicas

Astenia, temblores, irritabilidad, migraña, cefalea, alzheimer y otros.

Cardiovasculares

Variaciones en la tensión arterial, frecuencia cardíaca o cambios en la circulación periférica.

Reproductivas

Modificación de los ciclos menstruales en la mujer, lo que puede producir problemas de infertilidad y problemas en la gestación; disminución de la libido sexual.

Esterilidad masculina.

Desarrollo de cáncer o tumores

Afección al ADN de las células que predispone al desarrollo de tumores.

Hormonales

Cambios en la producción de hormonas sexuales. Afección a la producción de melatonina produciendo alteraciones asociadas.

Dermatológicas

Dermatitis, quemaduras y alergias cutáneas.

Sistema inmune

Enfermedades infecciosas o tumorales, electrosensibilidad.

Oculares

Cataratas

Fisiolólogicas

Interrupción del sueño, caída del cabello.

 

 

La mayoría de las ondas electromagnéticas que nos rodean son invisibles e ineludibles. Por eso, la OMS aconseja ser preventivo.

 

¿Qué podemos hacer para reducir nuestra exposición a las radiaciones electromagnéticas

A modo de respuesta, te damos 5 consejos para reducir la contaminación electromagnética:

  1. Poner distancia con el celular

Si algo preocupa a los investigadores es la cantidad de tiempo que pasamos expuestos a las radiaciones que emiten los celulares. Al respecto, la OMS brinda algunas recomendaciones bastante específicas:

  • Al escribir mensajes de texto o navegar por internet, colocar el aparato a unos 30 o 40 cm del cuerpo y evitar acercarlo a la cabeza. Para esto usar audífonos o el "manos libres".

  • Reducir el número de llamadas y su duración.

  • Usarlo en zonas con buena recepción.

  • No dormir con el celular en la habitación.

Pero, ¿qué consecuencia provoca la interacción entre la energía radioeléctrica emitida por los celulares y el cuerpo humano? Si bien aún no existen causales, según la OMS, ocasiona el calentamiento de los tejidos. 

Además, provoca alteraciones en el ritmo cardíaco, en el sueño, en la función cognitiva y la presión arterial. 

  1. Desconectar la red eléctrica de alrededor de las camas

¿Quién no ha dejado el celular cargando en la mesa de noche? Pues, hacerlo es una mala práctica para nuestra salud. De allí que no sea adecuado tener enchufes, regletas o cables eléctricos al lado o debajo de la cama.

En resumen, lo recomendable es establecer 1 metro de distancia entre la cama y cualquier foco eléctrico.

  1. Desconectar el wifi durante la noche.

La noche está hecha para descansar. Por eso, lo adecuado es desconectar la red wifi para evitar el impacto nocturno y restringir un poco la contaminación emitida durante el día. Igualmente, no se deben instalar routers inalámbricos o puntos de acceso a wifi en los dormitorios.

Ahora bien, si eres de los que continúan en línea o mira películas en el ordenador por la noche, recuerda separar los aparatos de tu cuerpo unos 30 cm. Además, no los pongas sobre el abdomen ni sobre las piernas, sino sobre una mesa y a una distancia prudente.

  1. Medir la contaminación electromagnética del hogar

Hay muchas fuentes de electrosmog que varían según el momento del día. Por eso, es beneficioso contratar a un técnico para que lleve a cabo las mediciones dentro y fuera del hogar. 

¿Qué hacer si la contaminación electromagnética es intensa? Una posible solución es aplicar medidas de apantallamiento al usar:

  • Pinturas con fibra de carbono.

  • Telas protectoras para ventanas elaboradas con cobre y plata.

  • Doseles especiales para las cama.

 

  1. Prestar atención a la polución electromagnética dentro de la casa

Donde hay señales radioeléctricas, hay contaminación electromagnética. Por eso, no solo está presente en espacios abiertos, también lo está en las paredes y los techos de la casa. 

En cuanto a su fuerza, es mayor o menor en función de la frecuencia de las ondas.

Por eso, se recomienda tomar estas precauciones dentro del hogar:

  • Colocar filtros que limpien la electricidad sucia.

  • Situar los electrodomésticos contra las paredes que dan al exterior de la casa.

  • No usar lámparas de lectura cerca del cuerpo.

  • Apagar el wifi o poner los dispositivos en modo avión por la noche.

  • Desenchufar los aparatos eléctricos cuando se terminan de usar.

  • Protegerse del exterior

Si se tiene cerca de la casa una torre o antenas de telefonía móvil se pueden amortizar las ondas electromagnéticas con protecciones compuestas por metales de plata o cobre:

  • Pinturas para las paredes.

  • Sábanas protectoras.

  • Tomas de tierra.

  • Mallas de blindaje.

¿Existen formas naturales de protegernos de la contaminación electromagnética?

Existen ciertas plantas capaces de cuidar el medioambiente gracias a sus procesos derivados de la fotosíntesis que logran mantenerlo limpio y purificarlo. Por ejemplo, el aloe vera ayuda a filtrar toxinas, contaminantes, reducir el dióxido de carbono e incluso, controlar la contaminación electromagnética.

Por eso, una buena forma de prevenir o reducir naturalmente los efectos del electrosmog, es colocar macetas con estas plantas en toda la casa. 

Otra forma de protegernos es mediante suplementos nutricionales y alimentos: 

  • Melatonina

Como ya dijimos, la radiación electromagnética puede ser absorbida por el cerebro. Por otra parte, la melatonina es el principal producto secretor de la glándula pineal: potente eliminador de radicales libres y antioxidante. 

Entonces, la melatonina es la encargada de procurarnos un sueño reparador así como equilibrar y recuperar al organismo de las radiaciones electromagnéticas. Por eso, consultar a un profesional para comenzar a tomar melatonina como suplementación, es una posible solución.

  • Tulsi y otras plantas

El tulsi (Ocimum sanctum), la albahaca sagrada de la India, es conocido por la medicina ayurvédica para tratar una gran variedad de patologías. Pero, también tiene una función protectora para las ondas electromagnéticas. 

Muchas plantas poseen esas mismas virtudes contra las radiaciones ionizantes:

  • Aegle marmelos.

  • Ageratum conyzoides.

  • Amaranthus paniculatus.

  • Aphanamixis polystachya.

  • Centella asiática.

  • Emblica officinalis.

  • Gingko biloba.

  • Hippophae rhamnoides.

  • Mentha piperita.

  • Panax ginseng.

  • Phyllanthus amarifoila.

  • Piper longum.

  • Podophyllum hexandrum.

  • Syzygium cumini.

  • Tinospora cordifolia arvensis.

  • Zingiber officinale.

  • Alimentación

Una dieta para prevenir los efectos de la contaminación electromagnética debe ser rica en especias y alimentos como:

  • Cúrcuma.

  • Linaza o semillas de lino (radioprotectoras antes o después de la exposición a la radiación)

  • Alimentos ricos en carotenos, selenio, vitamina D, vitamina C, vitamina E o glutatión.

Otra buena opción es la cocina macrobiótica y alimentos como el miso, el pescado salvaje, las algas y los alimentos fermentados. También, la pasta de umeboshi que la NASA daba a los astronautas para evitar los problemas derivados de la radiación.

Si te ha interesado este artículo puedes continuar leyendo más contenido relacionado en El Destape.