En un punto discreto de las sierras cordobesas, lejos del ruido y de los circuitos más transitados, aparece La Estancita, un paraje pequeño y sereno que parece hecho a medida para quienes buscan naturaleza sin artificios. No hay grandes centros comerciales ni multitudes: hay arroyos transparentes, senderos cortos y un salto de 13 metros de altura que permite disfrutar de la naturaleza.
Ubicada cerca de Salsipuedes y a pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba, La Estancita combina accesibilidad con una sensación de aislamiento poco común. Es un destino ideal para escapadas cortas y días enteros al aire libre donde el entorno natural es el verdadero protagonista.
El gran atractivo del lugar es el arroyo La Estancita, que recorre el valle formando pequeñas cascadas y ollas naturales entre las rocas. En verano, el agua fresca se vuelve protagonista: se puede caminar por la costa, sentarse a escuchar el correr del agua o sumergirse en los pozones más tranquilos.
Las caminatas son cortas y accesibles, aptas para ir en pareja, con amigos o en familia. No hace falta ser experto en trekking: el plan acá es disfrutar sin exigencias. El entorno está marcado por vegetación serrana, piedras grandes, sombra natural y vistas abiertas. No hay construcciones invasivas ni señalética excesiva. Todo parece dispuesto para que el paisaje sea el centro.
Ese clima convierte a La Estancita en un lugar muy elegido por quienes buscan desconexión real: leer, tomar mate, hacer picnic o simplemente no hacer nada.
Cómo llegar a La Estancita desde la ciudad de Córdoba
Desde la ciudad de Córdoba, el acceso es sencillo. Hay que tomar el Camino de El Cuadrado desde Salsipuedes y recorrer unos 10 kilómetros aproximadamente. Al seguir las indicaciones, se llega a un camino de ripio de aproximadamente 2 kilómetros que lleva hasta el ingreso al predio, donde hay que dejar el auto y hacer una caminata de 20 minutos.
La Estancita se puede visitar todo el año, pero primavera y verano son las estaciones ideales para disfrutar del agua. En otoño, los colores del paisaje cambian y el lugar se vuelve aún más tranquilo. En invierno, el clima es más fresco y el plan se orienta a caminatas y descanso.
