El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 5 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a prisión perpetua al ciudadano paraguayo apodado "El Carnicero" por el crimen de un empresario español ocurrido en el barrio porteño de Caballito en el 2017. El hecho quedó filmado por las cámaras de seguridad del edificio cuando, junto al exyerno de la víctima, bajaba el cadáver por el ascensor envuelto en un cubrecama. En el juicio que finalizó hoy, el condenado Pedro Ramón Fernández Torres (57) confesó su participación aunque negó ser el asesino de Roberto Fernández Montes (67).
El fallo fue a dado a conocer este mediodía en el Palacio de Tribunales por el TOC 5 de Capital Federal, por los jueces Cinthia Oberlander, Alejandro Nocetti y Juan Manuel Grangeat. Los tres magistrados dieron por probada su participación en el crimen y lo sentenciaron a la pena máxima como coautor de un "homicidio agravado por alevosía". El 24 de octubre, según indicaron, se conocerán los fundamentos.
Sobre el cierre del juicio, al hacer uso de sus últimas palabras, Fernández Torres aseguró que no es "un asesino" y reiteró que solo participó del hecho "para hacer un robo". En esa línea, manifestó que está "muy arrepentido", que estuvo "en el lugar equivocado" y lamentó haber conocido "a ese monstruo", en referencia a Santiago Corona (41), el exyerno ya condenado en un primer juicio por el crimen. Por otro lado, se disculpó con las hijas de Fernández Montes.
"Estoy sufriendo, no puedo dormir, ahora vine de la cárcel y tengo que tomar unas pastillas para dormir, estoy enfermo, tengo diabetes, presión alta, quiero ver a mis nietos, que no les vi nacer", expresó luego de manifestar que también le pidió perdón a sus hijas y a la madre de ellas.
En la primera audiencia del segundo juicio, el acusado aseguró que aceptó participar del robo porque necesitaba 50 mil pesos y que fue "engañado y amenazado" por Corona, a quien acusó de asesinar al empresario español por la espalda. Fernández Torres terminó condenado a la pena máxima de prisión perpetua, tal como había pedido en su alegado el fiscal de juicio Juan Manuel Fernández Buzzi. Por su parte, el abogado defensor del ahora condenado solicitó que solo se lo juzgue y condene por el robo.
El caso del empresario asesinado
Fernández Montes, nacido en España, era dueño de la empresa "Mini Vial", dedicada a la venta y alquiler de maquinaria para la construcción y fue visto con vida por última vez el 21 de enero de 2017, cuando salió de su casa, en Aranguren 36 de Caballito, para ir a su trabajo. Sus hijas denunciaron su desaparición como una búsqueda de paradero pero, al revisar los videos de las cámaras del edificio, se descubrió que su entonces yerno Corona y un cómplice -Fernández Torres- lo habían asesinado en el departamento y habían llevado el cadáver en el ascensor envuelto en sábanas para cargarlo en el baúl de un auto Suzuki Fun negro que usaba el empresario.
El auto apareció incendiado el 23 de enero de ese año en el partido de Esteban Echeverría, en la esquina de uno de los domicilios de "El Carnicero", mientras que el cadáver calcinado y seccionado en dos partes fue hallado al día siguiente en un camino vecinal llamado "Los Pozos" de Cañuelas.
Para los investigadores, Corona contrató a "El Carnicero" para que lo ayude a cometer el asesinato y el móvil del crimen fue económico, ya que cuando estuvo al frente de la empresa de su suegro lo estafó y provocó un perjuicio económico millonario, lo que llevó a que, a mediados de mayo de 2016, Fernández Montes lo separara de la compañía, lo echara del departamento donde después fue el crimen y analizara iniciarle una causa por la estafa. Además, unos 20.000 dólares en efectivo que se cree el empresario español guardaba en el motor del jacuzzi de su bañadera, fueron hallados en una bolsa, ocultos en el compartimiento de la goma de auxilio del Citroën C4 de Corona.
Fernández Torres contó que, a tres días del hecho, y aprovechando que la Policía había detenido por error a un mecánico se fugó a su país y que pasópor la frontera "como si nada". Allí, logró mantenerse prófugo durante cinco años pese a tener un pedido de captura internacional con alerta roja de Interpol y finalmente fue detenido el 8 de febrero de 2022 en la ciudad de Concepción, unos 400 kilómetros al norte de Asunción, y luego fue extraditado a la Argentina.