Bariloche está en alerta después de que dos pastores dieran positivo de COVID-19 tras haber mantenido reuniones con decenas de personas. Es que el intendente de esa ciudad, Gustavo Gennuso, los autorizó a realizar encuentros, algo que no está aprobado por el Gobierno nacional.
Los infectados Carlos Matamala y su esposa Ximena, principales referentes de la iglesia “Hay Vida en Jesús”, guardan aislamiento tras haber participado de varios encuentros con sus fieles. Reconocieron que tuvieron reuniones con hasta 60 personas y aseguran desconocer cómo se contagiaron.
Ramón Chiocconi, legislador provincial del Frente de Todos y médico de Bariloche, aseguró a El Destape que "el intendente tiene que respetar las restricciones nacionales y llevar a cabo medidas sanitarias en consonancia con los protocolos de actuación".
Analizó que "la autorización del intendente fue totalmente irresponsable y evidencia una vez más las malas decisiones que tomó desde que comenzó la cuarentena" y remarcó que "Genusso, por lo visto, no está escuchando a todos los sectores médicos, científicos y sociales que estamos advirtiendo un manejo que genera desconfianza e incertidumbre en los vecinos".
Los pastores denunciaron estar viviendo "un verdadero calvario" con insultos y amenazas por esta situación que puede convertirse en un escándalo. Ambos hicieron caso omiso a la autorización comunal de reuniones de hasta 10 personas y mantuvieron contacto con centenares de ciudadanos por las tareas comunitarias que realiza la iglesia.
Según se pudo saber, ambos están en un hotel, aislados por otras dos semanas y sin síntomas pero su situación activó el protocolo para COVID-19 en el distrito y toda la ciudad está en vilo.