Producto de la recesión y la crisis, casi cinco millones de niños, niñas y adolescentes son "doblemente pobres". Así lo reflejó un informe de la Universidad Católica Argentina.
De acuerdo al estudio de Infancia en Deuda, el 41,2% de los menores de 17 años viven en hogares que no llegan a cubrir la canasta básica, pero además tienen vulnerados derechos fundamentales en al menos una de seis dimensiones.
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A su vez, la indigencia reflejó en un año una suba de un punto: pasó de 4,1% a 5,1%. Es decir, hay 590.000 niños indigentes.
De esta forma, la "pobreza multidimensional infantil" aumentó cuatro puntos entre 2017 y 2018. En ese período, 600.000 chicos de entre 0 y 17 años pasaron a aumentar la estadística de aquellos que están debajo de la línea de pobreza por ingresos, déficit de alimentación, saneamiento, vivienda, salud, información o estimulación temprana/educación.
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