Si nadie resiste un archivo, el "mercado" no es la excepción. Los pronósticos de las consultoras privadas respecto de la inflación durante el Gobierno de Mauricio Macri resultaron algo o levemente más optimistas que lo que terminó ocurriendo.
Los datos son recopilados por el Banco Central en el Relevamiento de Expectativas de mercado (REM), un promedio de los pronósticos de inflación de las consultoras que la entidad presidida por Federico Sturzenegger publica mes a mes. El dato de febrero muestra que los privados estiman, para diciembre de 2018, una inflación anual del orden del 19,9 por ciento, casi 5 puntos más que la meta del 15%.
Si ya el pronóstico desautoriza al objetivo del Ministerio de Hacienda (y a la referencia que Trabajo busca para las paritarias), el panorama también alerta otra cuestión: la suba de precios resultó más alta que la que auguraban las consultoras.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
En febrero de 2017, por ejemplo, el REM ubicaba la inflación que estimaban a fin del año pasado en 20,8 por ciento, casi cuatro puntos más que la meta del 17. En realidad, y con un rebrote inflacionario tras las elecciones por la suba del dólar, la inflación del INDEC fue de 24,8% en 2017. Es decir, cuatro puntos más que lo que calculaban los especialistas en esta época del año.
En el primer informe del REM de la era Macri-Sturzenegger fue en junio de 2016 y estimaba una inflación a diciembre de aquel año en 37 puntos en todo el país, y de 40,2 en el AMBA. Según la Dirección de Estadísticas de la Ciudad, la inflación porteña fue del 40% y en la misma línea estuvo el índice que mide la CGT para todo el país. Ese año no hubo indicador del INDEC para los 12 meses debido a la emergencia estadística. El IPC San Luis midió un 31% de inflación para esa provincia.
Para cuando se elaboró ese informe, el grueso de las medidas que aceleraron la inflación (devaluación y suba de tarifas, principalmente) ya habían impactado. Para los siguientes 12 meses (julio '16-junio '17), el REM estimaba una inflación del 21,5%. El acumulado del IPC-AMBA fue levemente mayor: 21,9%.
Sin embargo, en ese mismo informe esperaban una caída sistemática de la inflación y calculaban que el 2017 cerraría con 19%. Casi unos 6 puntos menos que lo que ocurrió en la realidad.
La expectativa de lo que vaya a ocurrir en los próximos meses es clave para la puja salarial. El Gobierno insiste en que la inflación estará en torno al 15% y pretende que esa sea la referencia.
Curiosamente, el FMI remarcó en un informe reciente que para domar a la inflación era necesario domesticar la pauta salarial. Anteriormente, había pedido cambios en el sistema previsional y luego el Gobierno lanzó la polémica reforma que trajo como resultado una nueva fórmula que garantizó aumentos nominales menores a los que habrían conseguido los jubilados y pensionados con el viejo sistema.