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En un principio, la bailarina negó su participación en él y afirmó que se trataba de otra mujer, ya que ella tiene "la convicción" de nunca haberse filmado en situaciones íntimas. Sin embargo, a la protagonista de la filmación se le observa un tatuaje muy particular en la espalda: una iguana negra en el costado de derecho.
A partir de allí, se pudo confirmar que efectivamente se trataba de Cinthia Fernández, quien finalmente admitió que la mujer del polémico video, era ella. Luego la propia bailarina explicó que una persona envió el video al canal América para "extorsionarla" y que, tras reconocerse en él, la situación le genera "mucha vergüenza" por sus hijas.
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