El fugaz almuerzo de Macri con jubilados, entre quejas incómodas y reclamos

03 de junio, 2016 | 19.15
Una ley que garantice el pago completo de las deudas en una sola cuota, los acuerdos poco claros de los laboratorios con los médicos del PAMI y la suba de precios. De todos eso se habló en el almuerzo que organizó el presidente Mauricio Macri en Casa Rosada con un puñado de jubilados que serían beneficiados si se convierte en ley el proyecto que prevé el pago de las deudas previsionales y blanqueo de capitales, que también permitirá que el Estado venda las acciones de empresas privadas que tiene la Anses.

La reunión fue coordinada desde dos estructuras: el PAMI y el área de Ceremonial de la Presidencia. En varios casos debieron llamar más de una vez a los once jubilados para explicarles que la invitación era real y no un cuento del tío. Todo se resolvió entre la noche del miércoles y las primeras horas de la mañana del jueves y la preocupación por la "crisis de seguridad" y los secuestros estuvo presente. Salvada esa duda todo corrió sin mayores problemas y cada uno de los invitados, que habían sido sugeridos por los estudios de abogados que llevan las causas por diferencias de haberes, llegó puntual a la cita.

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Entre las 12 y las 12:30 estaban todos sentados en los sillones del comedor de Casa Rosada, ubicado en el primer piso del edificio. Detrás de ellos fueron llegando los funcionarios: la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley; el titular del PAMI, Carlos Regazzoni; y el jefe de la ANSES, Emilio Basavilbaso. Saludaron a cada uno de los invitados y esperaron a Macri, que llegó un poco demorado.

El Presidente también saludó a cada uno y luego ensayó esa selfie que fue registrada por los fotógrafos del equipo de Prensa, que rápidamente la hicieron circular por redes sociales y medios de comunicación. Lo que se ve allí pinta el clima que realmente existió: mucha distensión. Incluso casi nadie llamó a Macri por su apellido ni por el cargo. Le decían sólo Mauricio.

Sin embargo, la cordialidad del encuentro no impidió que -entre la sopa que sirvieron de primer plato y el lomo con puré- una de las invitadas le dijera a Macri que no estaba de acuerdo con que el proyecto de ley previera que el pago de las deudas no se haga de una sola vez en lugar de en cuotas.

-No hay otra alternativa porque hay mucho que pagar. Y el fondo fue decreciendo y la inflación también hizo lo propio- respondió Macri, según el relato de una participante del encuentro.

Otro de los momentos donde el diálogo se volvió interesante y cruzó la política con la economía fue cuando Regazzoni dijo que había elementos que le permitían inferir que existía un vínculo poco claro entre los laboratorios, los visitadores médicos y los médicos, que hacía que muchas veces se recetaran remedios caros que podrían ser reemplazado por otros similares pero más económicos. Y puso el ejemplo de Formosa, donde detectaron que a través del PAMI se vendían remedios caros sólo por una decisión del médico pero que no tenía explicación.

En otro momento, uno de los abuelos dijo "¿sabe lo que pasa Mauricio? No llegamos a fin de mes con los aumentos" y el jefe de Estado respondió que "justamente por eso queremos apurar esto en el Senado".

Poco después, el encuentro terminó.

- Bueno, los dejo tomando café - dijo Macri, después del postre -crocante con helado- saludó a todos y salió. No habían pasado más de 45 minutos juntos.