Fuertes explosiones e incendios afectaron hoy un depósito militar ruso en Crimea y provocaron la evacuación de más de 3.000 personas, informaron autoridades, en el segundo presunto ataque ucraniano en una semana en la sureña península anexionada por Rusia.
En Moscú, en tanto, el presidente Vladimir Putin volvió a acusar a Estados Unidos de prolongar el conflicto en Ucrania para mantener su hegemonía mundial e insistió en que el "mundo unipolar" está en vías de desaparición.
El Ejército ruso no identificó a potenciales responsables de lo que calificó de "acto de sabotaje" en el depósito del norte de Crimea, luego de que explosiones ocurridas la semana pasada en la península derivaran en especulaciones sobre si podrían haber sido resultado de un ataque de Ucrania.
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El diario ruso Kommersant, por su parte, informó que residentes de otra localidad de Crimea, ubicada en el centro de la península del mar Negro, también vieron columnas de humo sobre una base de la Fuerza Aérea rusa, aunque no hubo confirmación inmediata de las autoridades.
Videos subidos a Internet mostraron densas nubes de humo negro elevarse al cielo sobre enormes llamaradas en el depósito de la localidad de Maiskoie, en el norte de Crimea, mientras se oían estallidos de fondo.
El Ejército ruso dijo que los incendios en el depósito militar provocaron la explosión de municiones que, a su vez, dañaron algunas instalaciones civiles, entre ellas edificios de viviendas, una vía férrea, una central eléctrica y líneas de transmisión, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
El Ejército ruso agregó en un comunicado que "no hubo personas con heridas serias".
El Gobierno ucraniano no ha llegado a reivindicar públicamente haber estado detrás de las explosiones en Crimea, ni de estas ni de las de la semana pasada en una base aérea, que según Ucrania destruyeron nueve aviones de combate rusos.
Si efectivamente Ucrania fuera responsable, esto representaría una escalada significativa de la guerra iniciada en febrero pasado con la invasión rusa del país vecino.
Rusia controla Crimea desde 2014, y la península tiene un gran valor estratégico y simbólico. La exigencia de Moscú de que Ucrania reconozca la península como parte de Rusia es una de las condiciones centrales para poner fin al conflicto.
Ucrania, por su parte, ha prometido recuperar Crimea, desde donde a diario despegan aviones de guerra rusos para lanzar bombardeos en otras partes del territorio ucraniano.
En marzo pasado, negociadores ucranianos aceptaron en principio una propuesta de paz rusa que incluía ceder Crimea a Rusia.
Sin embargo, las conversaciones terminaron naufragando en medio de acusaciones de atrocidades cometidas por el Ejército ruso en localidades de la región de Kiev que estuvieron ocupadas por Moscú.
El Kremlin acusó entonces a Estados Unidos, que suministra armas a Ucrania para pelear con Rusia, de haber descarrilado el proceso de paz y de obligar a Ucrania a perpetuar un conflicto que no podía ganar.
El presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró hoy las acusaciones, centradas esta vez en las continuas entregas de armas de Estados Unidos a Ucrania.
Estados Unidos "necesita los conflictos para retener su hegemonía. Por eso han hecho del pueblo ucraniano carne de cañón", dijo Putin en una conferencia de seguridad internacional organizada por Rusia.
"La situación en Ucrania demuestra que Estados Unidos está tratando de prolongar este conflicto", prosiguió.
Agregó que "elites globalistas" intentan "echar la culpa de sus propios fracasos a Rusia y a China".
"Por más esfuerzos que hagan sus beneficiarios, de este modelo globalista está condenado: la era del orden mundial unipolar se está acercando a su fin", afirmó.
En Crimea, en tanto, el líder local, Serguei Aksionov, dijo que dos personas sufrieron heridas y más de 3.000 tuvieron que ser evacuadas de Miaskoie y de la localidad de Azovskoie por las explosiones de hoy.
El distrito donde tuvieron lugar los estallidos, el de Dzhankoi, está en el norte de Crimea, a unos 50 kilómetros de la sureña Jerson, la única provincia ucraniana con la que limita la península. Jerson está casi totalmente controlada por Rusia desde marzo pasado.
Las explosiones de la semana pasada en la base aérea del distrito occidental y costero de Saki causaron pánico entre turistas rusos, para los cuales Crimea es un destino muy popular por sus playas tranquilas.
Al igual que en aquella ocasión, funcionarios ucranianos dijeron hoy que los turistas rusos que visiten Crimea no estarán exentos de las penurias bélicas que padecen los ucranianos en otras partes del país.
"Crimea, en un país normal, es el mar Negro, las montañas, la recreación y el turismo. Pero la Crimea ocupada por los rusos son explosiones de depósitos de municiones y un alto riesgo de muerte para los invasores y ladrones", dijo el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliak.
El Ejército ruso dijo que las explosiones de la semana pasada en la base aérea de Saki fueron provocadas por una detonación accidental de municiones, aunque Podoliak insinuó entonces que habían sido un ataque ucraniano.
En Moscú, en tanto, la página web del diario financiero ruso Kommersant dijo que residentes del poblado de Gvardeyskoye, en el centro de la Crimea, relataron haber visto hoy columnas de humo sobre una base aérea militar rusa.
Según Kommersant, departamentos militares y fuerzas del orden investigaban la versión con un ataque de un drone a un depósito de municiones.
No hubo comentarios de autoridades de Crimea sobre esa situación.
En tanto, un civil murió hoy y otros dos resultaron heridos por bombardeos rusos en la región del este de Ucrania llamada Donbass, que es escenario de las hostilidades más intensas en Ucrania, informó el gobernador de Donetsk, una de las dos provincias de la región, Pavlo Kirilenko.
En Jarkv, la segunda ciudad del país, en el noreste de Ucrania, otro civil murió y nueve más resultaron heridos por ataques rusos, dijo el gobernador de la provincia de Jarkov, Oleh Siniehubov.
Con información de Télam