La inflación y el mercado negro, entre los posibles efectos de las sanciones en Rusia

06 de marzo, 2022 | 15.02

Las autoridades y los empresarios rusos se preparan ante los posibles efectos en la microeconomía de las sanciones -como el aumento de los precios, bloqueo de tarjetas o la aparición de un mercado negro- impuestas por las potencias occidentales tras las acciones militares en Ucrania el 24 de febrero último.

Los restaurantes en Moscú están abiertos y llenos de gente este fin de semana de cuatro días, puesto que el 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer Trabajadora- es festivo en Rusia.

Sin embargo, el sector privado empieza a preocuparse por los efectos de las sanciones en un país donde se toma en serio el riesgo de hambruna tras haber conocido múltiples crisis económicas y períodos de hiperinflación.

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Las cadenas de gran distribución constataron un aumento de las compras de productos básicos, según el Ministerio de Comercio, que se muestra preocupado ante la emergencia de un mercado negro.

"Las principales cadenas de supermercados decidieron minimizar el riesgo de compra por revendedores de productos básicos", indicó el ministerio de Comercio en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.

"En varias regiones (...), estos productos fueron comprados en grandes cantidades, hasta varias toneladas, superiores a lo que se necesita para un uso personal, con el objetivo de revenderlas", añadió.

Para evitar que aumente esta práctica, las grandes cadenas establecieron restricciones a las cantidades vendidas a cada individuo.

Rusia también puede limitar los precios de una veintena de alimentos básicos, como la carne, pescado, leche, harina o azúcar, para evitar la inflación.

Pero por ahora el Gobierno no se pronunció a favor de esta medida.

Dirigentes del sector de la restauración lamentaron aumentos de precios considerables por parte de sus proveedores, en declaraciones al diario ruso Kommersant, y tienen previsto reunirse el miércoles con el alcalde de Moscú.

El Banco Central ruso también ordenó a las entidades financieras que no publiquen sus balances a partir de febrero.

Una medida tomada para "limitar el riesgo de las entidades de crédito ante las sanciones".

La solvencia de los bancos rusos, que aseguran disponer de la liquidez necesaria para garantizar las necesidades de sus clientes, se encuentra en el punto de mira, sobre todo por el riesgo de un retiro masivo de fondos en los cajeros, en pleno hundimiento del valor del rublo respecto del dólar y del euro.

Estas entidades también quieren tranquilizar a sus clientes ante el final del funcionamiento de las tarjetas Visa y Mastercard, que ayer anunciaron que dejarían de servir tanto en Rusia como en el extranjero en el caso de las emitidas por bancos rusos.

Este domingo, las entidades financieras rusas anunciaron que trabajaban en la emisión de tarjetas UnionPay, el equivalente chino de Visa o Mastercard, puesto que las rusas Mir no funcionan en algunos países.

Con información de Télam