El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió el jueves en Berlín con sus aliados europeos para tratar de presentar un frente unido antes de unas conversaciones recurso sobre la crisis con Rusia, destinadas a evitar que Moscú ataque a Ucrania.
El máximo responsable de la diplomacia estadounidense ha emprendido una misión para evitar la guerra que culminará el viernes con una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en Ginebra. Blinken visitó Kiev el miércoles y se reunió con los ministros alemán, francés y británico el jueves en Berlín.
El miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio su indicación más clara hasta ahora de que cree que es probable un ataque: "Mi conjetura es que va a intervenir", dijo Biden sobre el presidente ruso Vladimir Putin. "Tiene que hacer algo".
Los países occidentales están tratando de persuadir a Moscú para que no lance un nuevo ataque contra Ucrania, que invadió en 2014. Rusia ha concentrado decenas de miles de tropas en la frontera en los últimos meses. Niega estar planeando un ataque, pero dice que podría emprender una acción militar no especificada a menos que se cumplan ciertas exigencias, incluida la promesa de la OTAN de no admitir nunca a Kiev.
Biden y otros dirigentes occidentales han amenazado con imponer sanciones económicas a Rusia si vuelve a atacar a Ucrania. Rusia, ya sometida a sanciones desde su última invasión, se ha desentendido en gran medida de la amenaza.
El Kremlin dijo el jueves que las advertencias de Estados Unidos sobre posibles consecuencias desastrosas para Rusia no ayudarían a reducir las tensiones sobre Ucrania e incluso podrían desestabilizar aún más la situación.
Blinken prometió el miércoles en Kiev que Washington mantendría la diplomacia mientras pudiera. En Berlín, pronunciará un discurso destinado a contextualizar las tensiones en Europa y lo que está en juego, dijo un alto cargo del Departamento de Estado.
El discurso, dirigido a la opinión pública europea además de a los responsables políticos, tratará de presentar la crisis de Ucrania como un momento crítico para un orden internacional basado en normas, dijo el alto cargo.
Las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia de la semana pasada no produjeron ningún avance. Alemania señaló el martes que podría detener el gasoducto Nord Stream 2 de Rusia si Moscú invade Ucrania.
Blinken dijo el miércoles que la acumulación de tropas rusas se estaba produciendo "sin provocación, sin razón".
Rusia también ha trasladado tropas a Bielorrusia para unos supuestos ejercicios militares conjuntos, lo que le da la opción de atacar a la vecina Ucrania desde el norte, el este y el sur.
Hace ocho años se apoderó de Crimea y apoyó a las fuerzas separatistas que se hicieron con el control de amplias zonas del este de Ucrania.
Rusia niega estar planeando una nueva invasión, pero dice sentirse amenazada por los crecientes lazos de Kiev con Occidente. Quiere evitar que Ucrania entre en la OTAN y exige que la alianza retire sus tropas y armas del este de Europa.
Con información de Reuters