Al volver de su primera visita a Kiev desde el inicio de la invasión rusa, el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, se mostró este lunes optimista por sus aliados ucranianos, algo que hasta ahora ninguna de las potencias occidentales se había permitido, y aseguró que podrían ganar la guerra frente a Rusia si tiene "buenos equipos" y "el apoyo adecuado". Ayer, desde la capital ucraniana, él y el secretario de Estado, Antony Blinken, habían anunciando un nuevo paquete de ayuda militar y el regreso gradual de la presencia diplomática.
"La primera cosa para ganar es creer que se puede ganar. Y ellos están convencidos que pueden ganar", dijo Austin a periodistas al referirse a los ucranianos, reportó la agencia de noticias AFP, y agregó: "Pueden ganar si tienen buenos equipos, el apoyo adecuado."
Ayer domingo, desde Kiev, Blinken y Austin anunciaron una nueva ayuda militar para el gobierno ucraniano, directa e indirecta, por 700 millones de dólares, y el regreso progresivo de una presencia diplomática estadounidense en Ucrania, para la cual el presidente Joe Biden designó este lunes a la diplomática de carrera Bridget Brink como la próxima embajadora.
La diplomática, actual embajadora en Eslovaquia que domina el idioma ruso, ocupará un puesto que está oficialmente vacío desde 2019. Brink también fue jefa de misión adjunta en las embajadas en Uzbekistán y Georgia, y estuvo destinada al principio de su carrera en Belgrado (en la entonces República Federal de Yugoslavia) y en Chipre.
La designación de la embajadora y un nuevo envío de armas son dos muestras de que Biden quiere aprovechar la falta de celeridad de la invasión rusa para pasar a la ofensiva, al menos en el plano diplomático internacional y con un apoyo cada vez más importante al gobierno ucraniano.
"Queremos ver a Rusia debilitada al punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho al invadir Ucrania", dijo Austin al explicar el nuevo paquete de ayuda y agregó: "Ya perdió mucha capacidad militar, y muchas tropas, para ser franco, y quisiéramos que no pueda reconstituir rápidamente esa capacidad."
Mientras se conocía este anuncio, el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov, contó que su gobierno en Moscú le envió una nota formal al presidente Biden para exigirle que deje de enviar armas a Ucrania. En una entrevista concedida a la cadena de televisión rusa Rossiya 24, Antonov dijo que Washington entregará a Kiev "una cantidad enorme" de armas, lo cual "no contribuye a encontrar una solución diplomática o a resolver la situación". "Hemos enviado una nota y hemos enfatizado que la entrega de armas a Ucrania por parte de EEUU es inaceptable. Hemos reclamado el fin de esta práctica", concluyó, reseñó la agencia Europa Press.
En paralelo, desde Kiev, el presidente Volodimir Zelensky también le subió al tono a los envíos de armas de Estados Unidos. Los calificó como una "ayuda sin precedentes": "Quiero dar las gracias personalmente y en nombre de todo el pueblo ucraniano al presidente Biden por su liderazgo a la hora de apoyar a Ucrania y por su clara posición personal", dijo Zelenski, según un comunicado publicado por la Presidencia ucraniana en su página web.
Sin embargo y pese a los esfuerzos de las tres partes por destacar la importancia militar de esta ayuda, la asimetría bélica entre Rusia y Ucrania sigue siendo inmensa y, cualquier posibilidad de Kiev de resistir a una renovada ofensiva sobre la capital u otras regiones del país, dependerá de que Moscú no utilice toda su capacidad militar, como lo ha hecho hasta ahora.
Actualmente y luego de replegarse del norte y los alrededores de Kiev, las fuerzas rusas se concentran en consolidar su control del este y el sur del país, es decir, su frontera, las regiones separatistas dominadas por milicias pro rusas y las costas del Mar de Azov y Mar Negro, con sus estratégicos puertos.
Con información de Télam