El presidente de Francia, Emmanuel Macron, recibe hoy al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, en medio de los cuestionamientos de defensores de los derechos humanos por la responsabilidad del saudita en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
La primera gira europea de MBS - como se le conoce popularmente - desde la muerte del periodista en 2018 llega unas dos semanas después del viaje del presidente estadounidense, Joe Biden, a Arabia Saudita, en plena guerra de Ucrania y alza de los precios de la energía.
"La visita de MBS a Francia, o la de Joe Biden a Arabia Saudita, no cambia en nada el hecho de que sea un asesino", dijo a la agencia de noticias AFP la exrelatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales Agnès Callamard, que investigó dicho asesinato.
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Varias ONGs, entre ellas Democracy for the Arab World Now (DAWN) creada por Khashoggi, presentaron hoy una denuncia en París contra Bin Salman por complicidad en torturas y desaparición forzada, anunciaron estas organizaciones y su abogado francés.
La prometida del periodista también cuestionó el encuentro: "Estoy escandalizada e indignada de que Emmanuel Macron reciba con todos los honores al verdugo de mi prometido", dijo Hatice Cengiz en un mensaje escrito en francés a la AFP.
"El auge de los precios de la energía debido a la guerra en Ucrania no puede justificar que se absuelva en nombre de una supuesta realpolitik al responsable de la política saudita hacia los opositores políticos que conduce a su muerte, como fue el caso de Jamal", añadió.
El periodista, cronista del Washington Post y crítico con el poder saudita, murió a manos de agentes sauditas en el consulado del país en Estambul en 2018.
Cinco personas fueron condenadas en Arabia Saudita por su homicidio, entre ellos agentes de seguridad que según el reino se excedieron en el cumplimiento de una orden de detención del periodista, de 51 años. Su cuerpo nunca apareció.
Una investigación de la ONU lo consideró un "asesinato extrajudicial del que Arabia Saudita es responsable".
Según las agencias de inteligencia estadounidenses, Bin Salman "aprobó" la operación que acabó con la vida de Khashoggi, aunque el príncipe heredero siempre negó cualquier implicación en la muerte.
"El periodista saudita había urgido a devolver al reino su 'dignidad' poniendo fin a la 'cruel' guerra en Yemen y, además, había denunciada las nuevas oleadas de detenciones" en Arabia Saudita en 2017, tras su ascensión a príncipe heredero, recordó Reporteros Sin Fronteras (RSF), en un comunicado.
El príncipe saudita, que comenzó en Grecia su gira, llegó anoche a París, donde fue recibido por el ministro de Economía, Bruno Le Maire.
Macron, quien se encuentra de visita en África, tiene prevista una "cena de trabajo" este jueves con Bin Salman en el palacio del Elíseo, según un comunicado de la presidencia.
A pesar del historial de abusos de los derechos humanos de Arabia Saudita, muchas potencias occidentales ven en Riad un socio fundamental para las cuestiones energéticas, de defensa, y por su firme oposición a Irán.
Los países occidentales buscan desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania en febrero que Arabia Saudita, primer exportador de crudo, aumente su producción para aliviar los mercados y limitar la inflación.
Pero Riad se resiste a la presión, evocando los compromisos adquiridos con la Organización de los Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), que Arabia Saudita y Rusia lideran conjuntamente.
Con información de Télam