El presidente de Estados Unidos Donald Trump suspendió por 180 días la ley antisoborno y analistas prevén que tendrá un alto impacto en América Latina y en la estabilidad internacional. El magnate argumentó que la ley será revisada y eventualmente modificada. La Ley antisoborno prohíbe a empresas estadounidenses ofrecer sobornos a funcionarios extranjeros para obtener acuerdos comerciales.
La Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (Foreign Corrupt Practices Act, o FCPA) se sancionó en 1977 tras el escándalo del caso Watergate. Estados Unidos la aplica desde entonces específicamente para atacar los delitos de cohecho dado que permite investigar por corrupción a grandes grupos empresariales en todo el mundo que cotizan en la Bolsa estadounidense, y a empresas que desarrollan actividades en Estados Unidos y que que mueven sumas millonarias.
Una ley modelo que hizo escuela
"Estados Unidos tiene un enforcement [aplicación] de sus leyes que muchas veces traspasa las fronteras debido a su rol en la economía mundial y a su sistema bancario, donde se procesa la mayor cantidad de transacciones del mundo", explicó a DW Cristián Francos, abogado especialista en anticorrupción y delitos financieros complejos, socio de la firma Lewis Baach Kaufmann Middlemiss, de Washington, en Estados Unidos.
Francos mencionó el carácter "ejemplar" de la FCPA estadounidense para otros países y afirmó que la "suspensión" de la ley va en la dirección "incorrecta". "Las prácticas anticorrupción podrían volverse más laxas en los países de América Latina debido a la suspensión de la ley, ya que no habría investigaciones por parte de Estados Unidos en ese período contra las empresas que ofrecen sobornos", puntualizó el abogado.
"Más de 40 países tienen leyes modeladas en base a la FCPA, y Estados Unidos fue líder en este tema, con lo cual la medida de Trump tiene un fuerte carácter simbólico", sostuvo a DW Jonas von Hoffmann, politólogo e investigador del Instituto GIGA de Estudios Regionales, de Hamburgo, en Alemania. Esta suspensión parece indicar que, para Trump, "el compromiso mayor es con los negocios y con que Estados Unidos sea competitivo, y no con la lucha contra la corrupción ni con el fortalecimiento del Estado de derecho", agregó.
"Esta ley es una herramienta central para la lucha contra el soborno transnacional, con un impacto enorme en todo el mundo. Es una ley que contribuyó a promover un clima de mayor integridad en los negocios, la competencia leal, y ejerce un poder disuasorio cuando una empresa contempla pagar un soborno", señaló también a DW Luciana Torchiari, responsable para América Latina y el Caribe de Transparencia Internacional. "Esto puede afectar la integridad empresarial general en la región, desincentivar a las empresas y a los individuos a comportarse de manera ética", agregó.
Siemens y Odebrecht, al banquillo gracias a ley antisobornos
Por otra parte, Francos destacó que "la ley tiene no solo tiene un impacto muy positivo para empresas de Estados Unidos, sino también para las multinacionales de otros países". Y mencionó el "caso emblemático" del conglomerado Siemens. "Luego de una investigación exhaustiva del Departamento de Justicia, junto con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), se detectaron prácticas corruptas de Siemens en decenas de países", recordó.
Siemens fue acusada del pago de miles de millones en sobornos en Brasil, Argentina y México, y tuvo que pagar multas altísimas. Más recientemente, el caso Odebrecht sacudió a América Latina. La constructora brasileña pagó sumas millonarias a 12 gobiernos latinoamericanos para adjudicarse obras públicas, lo que involucró a políticos y empresarios, y desencadenó el Operativo policial "Lava Jato".
"Tanto Siemens como Odebrecht tuvieron que someterse a las leyes estadounidenses porque había algún punto de conexión con Estados Unidos", resaltó Francos.
Jonas von Hoffmann sostuvo, además, que "mucha de la información que tenemos sobre qué tan sistemático fue el soborno en el caso Odebrecht y cuánto se pagó en cada país, proviene del juicio contra Odebrecht en Estados Unidos".
Más corrupción, mayor violencia y menos derechos humanos
A juicio de Luciana Torchiaro, "el impacto que tendría la cancelación de esa ley es muy grande, porque cuando una empresa paga un soborno, es para obtener favores políticos, o una contratación, sin pasar, por ejemplo, por una licitación o un control ambiental. Esto puede tener un impacto enorme en los derechos humanos, como vimos en el caso Odebrecht. Al final del día, las obras de infraestructura que no se construyen, o que son de mala calidad, afectan a todos y tienen consecuencias medioambientales drásticas", subrayó.
"Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú muestran un cumplimiento bajo en lo que respecta a la investigación y el castigo del soborno. Y en el caso de México, el cumplimiento es muy escaso", detalló Torchiaro.
Según Francos, históricamente, la FCPA se aplicó a empresas no estadounidenses. Si bien las leyes anticorrupción en América Latina "van a seguir poniéndose en práctica", aclaró Jonas von Hoffmann, "los recursos de Estados Unidos fueron a menudo clave para impulsar la efectividad de la lucha contra la corrupción".
"Si esta ley se cancelara, eso tendría consecuencias muy graves para los ciudadanos de América Latina y del mundo, ya que aumentaría la corrupción en la región", recalcó Torchiari. Incluso, podría poner en peligro la estabilidad internacional, especuló. "El aumento del soborno transnacional va a fomentar los flujos financieros ilícitos, dinero sucio que no se va a invertir en solucionar los problemas de la gente, y va a enriquecer a unos pocos"
Con información de Deutsche Welle
Autor: Cristina Papaleo