Perotá Chingó, proyecto musical fundado en las canciones y las voces de Julia Ortiz y Dolores Lola Aguirre, concretará mañana en el porteño Gran Rex la undécima y penúltima parada de un tour mundial con el que celebra 11 años de existencia.
El balance musical de estos 11 años es que nos hemos permitido experimentar con muchas cosas, con muchos ritmos. Viajamos mucho también y eso nos fue conectando con distintas músicas, culturas y folclores. Y todo eso se fue metiendo en la música porque desde el comienzo Perotá Chingó funcionó como una gran escuela donde probar e incorporar distintas cosas, señala Aguirre a Télam.
Ortiz, por su parte, asegura a esta agencia que durante el período de actividad de Perotá Chingó, hubo toda una revolución musical a partir de contar con toda la tecnología a disposición y eso trajo un quiebre y un cambio muy grande que modificó sustancialmente la escena.
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De alguna manera la propuesta impulsada por Lola y Julia navegó entre la canción más artesanal (de la que sobreviven y se reproducen versiones casi de fogón de bellos temas como Ríe chinito o el clásico del uruguayo Fernando Cabrera El tiempo está después) y otras texturas sonoras como las plasmadas en Agua, segundo disco del grupo publicado en 2018.
Con esa memoria y nuevo repertorio de un álbum en ciernes a publicarse el año próximo, Perotá Chingó llegará mañana a las 21 a la sala sita en Avenida Corrientes 857 para sumar a la Argentina a una recorrida planetaria que se inició en abril en Berlín y desde entonces pasó por Madrid, Bilbao, Barcelona, Valencia, San Pablo, Porto Alegre, Río de Janeiro y Bogotá y que el 9 de diciembre llegará a su fin en el Teatro Caupolicán de Santiago de Chile.
Télam: ¿Cuánto mutaron ustedes como personas y el propio proyecto Perotá Chingó en este período?
Julia Ortiz: 11 años de camino hace que todos maduremos tanto en lo vincular como en lo personal. El proyecto se permitió un crecimiento muy fuerte acercándonos cada vez más a lo profesional siendo aún una banda independiente y autogestiva.
T: Justamente surcaron este camino siendo artistas independientes ¿qué dificultad adicional conlleva esta característica?
Dolores Aguirre: Ser independientes es algo que siempre hemos elegido desde un comienzo. Y ha sido justamente lo que le dio forma a este proyecto, porque se hizo directamente muy en contacto con su público. Dentro de eso nos encontramos con un montón de limitaciones. Pero también ha sido una escuela y aprendimos mucho cómo funciona esto, cómo es cada parte de lo que hace funcionar un proyecto musical. Y eso es muy hermoso y nos ha facilitado mucho el tener un contacto tan directo con el público.
JO: Ser independientes es un trabajo de todos los días, tiene su lado más desafiante por tener que poner el cuerpo y la entrega en hasta rubros que no sabíamos cómo funcionaban y también tiene su lado de mucha libertad de decisión a cada instante.
Con información de Télam