El gasto de los consumidores en Estados Unidos aumentó sólidamente en septiembre, pero se vio favorecido en parte por los mayores precios, y la inflación se mantuvo alta debido a que persistió la escasez de vehículos de motor y otros bienes en medio de las restricciones de la oferta mundial.
Otros datos conocidos el viernes mostraron que los empleadores aumentaron la compensación en la mayor cantidad registrada en el tercer trimestre mientras competían por atraer a los escasos trabajadores. El aumento de salarios y beneficios en toda la industria podría socavar la opinión del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, de que la alta inflación es transitoria.
La fortaleza del gasto de los consumidores al final del último trimestre y la disminución de las infecciones por COVID-19 son un buen augurio para un repunte de la actividad económica en los últimos tres meses del año después de que el crecimiento se tambaleó en el tercer trimestre.
El gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, aumentó un 0,6% el mes pasado, dijo el Departamento de Comercio. Los datos de agosto se revisaron al alza para mostrar que el gasto se recuperó un 1,0% en vez del 0,8% como se informó anteriormente.
Economistas consultados por Reuters estimaban un alza del 0,5%. El gasto del mes pasado fue impulsado por la demanda de servicios como atención médica, cenas y alojamiento en hoteles y moteles en medio de la disminución de casos de coronavirus impulsados por la variante Delta.
El gasto en servicios ganó un 0,6% tras avanzar un 0,7% en agosto. Eso compensó una baja del 0,2% en los desembolsos en productos manufacturados de larga duración, que reflejó en gran medida una disminución en las ventas de vehículos de motor nuevos. Un resurgimiento de casos de COVID-19 durante el verano boreal empeoró la escasez de trabajadores en fábricas, minas y puertos, lo que tensionó aún más las cadenas de suministro.
Aparte de los confinamientos de la primavera boreal de 2020, que deprimió gravemente la producción, el tercer trimestre fue el peor período para la producción de vehículos de motor desde inicios de 2009 debido a la escasez mundial de semiconductores.
Las presiones sobre los precios se mantuvieron fuertes en septiembre, reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores. El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), excluidos los componentes volátiles de alimentos y energía, subió un 0,2%. Esa fue la ganancia más pequeña desde febrero y siguió a un aumento del 0,3% en agosto.
En 12 meses a septiembre, el denominado índice de precios PCE subyacente aumentó un 3,6% por cuarto mes consecutivo. Esta es la medida de inflación preferida por la Fed.
SALARIOS EN AUMENTO
Las fuertes presiones inflacionarias fueron resaltadas por un informe separado del Departamento de Trabajo que mostró que el Índice de Costos de Empleo, la medida más amplia de costos laborales, subió un 1,3% en el tercer trimestre. La mayor alza desde el primer trimestre de 2001, cuando el gobierno comenzó a rastrear la serie, reflejó un avance en todas las industrias y siguió a un aumento de 0,7% en el período abril-junio.
Los costos laborales crecieron un 3,7% a nivel interanual, la mayor subida desde el cuarto trimestre de 2004, tras aumentar un 2,9% en el segundo trimestre.
Mientras, los sueldos y salarios se dispararon un 1,5% el último trimestre tras aumentar un 0,9% en el segundo trimestre. Subieron un 4,2% interanual. Los beneficios subieron un 0,9% después de ascender un 0,4% en el trimestre abril-junio. La pandemia de COVID-19 ha trastornado la dinámica del mercado laboral, creando una aguda escasez de trabajadores en toda la economía. Había 10,4 millones de vacantes a finales de agosto.
El fuerte crecimiento de los salarios y los amplios ahorros deberían ayudar a respaldar el gasto de los consumidores y mantener la expansión económica. Aunque los datos del Departamento de Comercio mostraron que los ingresos personales cayeron un 1,0% en septiembre, eso reflejó en gran medida la expiración de los beneficios por desempleo financiados por el gobierno.
Los salarios aumentaron un sólido 0,8% el mes pasado. La tasa de ahorro cayó a un todavía alto 7,5% desde el 9,2% de agosto.
Con información de Reuters
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