El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos registró una tasa interanual del 8,5% en julio, marcando una desaceleración respecto del 9,1% del mes anterior, anunció hoy la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) dependiente del Departamento del Trabajo.
El retroceso de julio, impulsado por la caída en el valor de la nafta, fue mejor del previsto por los analistas y representa un alivio frente al pico de 9,1% del mes anterior, el cual fue un récord desde diciembre de 1981.
Los números podrían restar motivos para que la Reserva Federal continúe con sus agresivas subas en las tasa de interés de referencia , la cual fue incrementada en 75 puntos básicos de forma consecutiva en las últimas dos reuniones monetarias, y considere aumentos más pequeños de 50 o 25 puntos.
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No obstante, los funcionarios de la FED que prosiguen un objetivo de retrotraer la inflación a una meta del 2% anual-, indicaron en reiteradas ocasiones que, antes de modificar su política monetaria, analizarán la evolución del índice en diversos meses.
Por lo pronto, la próxima reunión monetaria está prevista para el 20 y 21 de septiembre, con lo cual contarán con un índice de inflación más para tener en cuenta.
Al mismo tiempo, el dato de julio representa un alivio para el presidente Joe Biden, el cual es cuestionado en las encuestas por la suba en el costo de vida que se consolida en la lista de preocupaciones de los estadounidenses.
Los problemas en las cadenas de suministro, el desencadenamiento de la guerra entre Rusia y Ucrania y la fuerte demanda alimentada por los estímulos monetarios posteriores a la pandemia explican el repunte en los precios que atravesó Estados Unidos en los últimos meses.
La caída en los precios de la nafta los cuales retrocedieron 7,7% el mes pasado- ayudó a aliviar el dato inflacionario y fue la mayor merma desde abril de 2020, momento en el cual los valores se derrumbaron por el retroceso de la demanda a causa de la crisis del coronavirus.
El retroceso en los combustibles permitió compensar el alza en el costo de los alimentos, los cuales se incrementaron 1,3% y marcaron el séptimo mes consecutivo de una suba superior al 0,9%, según indican los datos del BLS.
Tras alcanzar un pico de US$ 5,016 a mediados de junio, el precio del galón (3,7 litros) de nafta promedia hoy los US$ 4,010, según datos de la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA)
Entre los demás componentes, cayeron los valores de los pasajes de avión en su mayor retroceso en casi un año (-7,8%), autos y camiones usados (-0,4%), comunicación (-0,4%) e indumentaria (-0,1%), mientras que, en sentido contrario, subieron los alquileres (+0.7%), la atención médica (+0,4%), los seguros automotrices (+1,3%), los muebles para hogar (+0,6%), los vehículos 0 kilómetro (+0,6%) y el rubro de recreación (+0,3%).
A causa de dicho contraste entre los elementos del índice, el dato mensual permaneció sin cambios respecto del mes anterior, tras el incremento de 1,3% del mes anterior.
En tanto, la inflación subyacente que no tiene en cuenta los valores volátiles de la electricidad, los combustibles y los alimentos- cayó de 0,7% mensual a 0,3%, un número que no se veía desde marzo.
En los datos anualizados, el índice de los precios energía subió un 32,9% -una baja frente al 41,6% de junio-, mientras que el de alimentos subió 10,9%, el mayor incremento anual registrado desde mayo de 1979.
Si bien algunos economistas advierten que el incremento de los salarios en Estados Unidos podría derivar en una espiral inflacionaria y evitaría que el índice continúe su moderación en los próximos meses, los datos de julio mostraron que el salario real por hora cayó un 3% anual frente a la inflación, según la agencia de noticias Bloomberg.
Con información de Télam