El Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos creció 0,6% interanual durante el segundo trimestre de 2022, tres décimas más de lo que se estimaba en los primeros datos preliminares del mes pasado, mientras que los subsidios por desempleo registraron una nueva semana a la baja, según datos gubernamentales publicados hoy.
La caída de la actividad de 0,6% que se produjo entre los meses de abril y junio se suma a la de 1,6% anual de los primeros tres meses del año, según informó hoy en Washington la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio.
En tanto, en términos cuatrimestrales, Estados Unidos presentó una contracción de 0,1% en el segundo trimestre (en lugar de 0,2%), tras una baja de 0,4% en el primer periodo, lo cual ubica al país en una recesión según las tradicionales definiciones económicas del término que describen a dicha situación cuando una nación acumula dos trimestres seguidos de contracción en el producto.
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Sin embargo, al momento de publicarse el primer dato preliminar, el Gobierno de Joe Biden insistió en que el país no se encuentra en contracción ya que existen otros indicadores más favorables, como la tasa de desempleo, la cual se ubica en mínimos históricos (3,5%).
Asimismo, al contrario de otros países, la entidad que determina oficialmente el ciclo económico y decide si existe una recesión o no en Estados Unidos es el Buró Nacional de Investigación Económica que tiene en cuenta otros indicadores además del PBI, y que no se ha expedido aún.
Con la revisión de hoy, el PBI estadounidense se ubica 2,6% por encima del cuarto trimestre de 2019, antes del impacto de la pandemia de Coronavirus.
De acuerdo con los datos de la BEA, la caída en el PBI refleja principalmente una contracción en las inversiones privadas en inventarios, inversión residencial y no-residencial en capital fijo, y en el gasto federal, estatal y local, además de un incremento de las importaciones las cuales, en términos estadísticos, implican una sustracción en el cálculo del PBI-.
Los mismos fueron compensados en parte por un alza en las exportaciones y el gasto de los consumidores.
La revisión de hoy presentó revisiones al alza en el consumo y la inversión privada en inventarios, mientras que se modificó a la baja la inversión residencial en capital fijo.
El organismo explicó, en un comunicado difundido por la agencia de noticias DPA, que la contracción del segundo trimestre se produjo en un contexto de continua inflación, bajo desempleo, tasas de interés al alza y problemas persistentes en las cadenas de suministro.
De momento, para el tercer trimestre, las estimaciones apuntan a un crecimiento del PBI aunque los temores por una recesión continúan presentes, según indicó por su parte la agencia de noticias Bloomberg
La economía estadounidense presenta, de esta forma, cifras ambivalentes que encendieron un debate entre los especialistas.
Si bien y tal como indican las cifras del PBI- el consumo se desaceleró, el poder de compra se redujo y rubros permeables al ciclo económico y las tasas de interés como el inmobiliario se encuentran en retracción; otras cifras como la producción industrial y los índices de empleo se muestran sólidos, al igual que las ganancias corporativas, las cuales se incrementaron 6,1% cuatrimestral.
Un ejemplo de los indicadores de empleo son las solicitudes semanales de subsidios de desempleo, las cuales presentaron una nueva caída la segunda consecutiva- al ubicarse en 243.000 nuevos pedidos en la semana que finalizó el 20 de agosto frente a los 245.000 de los siete días precedentes, según informó hoy el Departamento del Trabajo.
La cifra de nuevos subsidios se ubicó por debajo de los 252.000 que estimaban los economistas, al tiempo que la cantidad total de subsidios cayó a 1,42 millones en la semana que concluyó el 13 de agosto.
Con información de Télam