La energía hidroeléctrica y las renovables incrementaron fuerte su generación para abastecer en 2022 el incremento del 3,6% en el consumo de electricidad, ante una menor utilización de la energía térmica en un contexto internacional marcado por el aumento de los precios internacionales de los combustibles fósiles, según un informe de la Compañía Argentina del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
La demanda local de energía eléctrica en 2022 alcanzó a 138.755 gigavatios/hora (Gwh), con un incremento del 3,6% respecto de los 133.877 Gwh de 2021, en tanto la generación tuvo en el mismo lapso un aumento del 1,7%, diferencia compensada con una caída del 99% en la exportación.
En esa balanza para asegurar el abastecimiento energético, la generación hidroeléctrica cerró el año con un incremento de generación del 25,2% y las energías renovables un 10,9%, respecto de 2021, en tanto que el aporte de la energia nuclear registró una retracción del 26,6% y la de fuente térmica un 9,2%.
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La potencia máxima alcanzada en 2022 es el récord del sistema con 28.283 MW, y de esta manera se hizo frente a la demanda local que presentó un crecimiento general de 3,6%, con un crecimiento de casi 7,0% en los meses particularmente fríos y cálidos, con aumentos en todos los segmentos que la componen.
Así por tipo de usuario, los usuarios chicos o residenciales de enero a diciembre incrementaron su consumo un 3,8% promedio; los de consumos intermedios como comercios e industrias chicas un 5,3% y los de grandes consumos como centros comerciales e industrias mayores un 1,8%.
Según el detalle de Cammessa, "el incremento en la demanda fue cubierto por mayor generación hidro, desde mitad de año mayores caudales especialmente en Yacyretá y Salto Grande, mayor generación renovable con nueva nueva potencia y un crecimiento medio alrededor de 200 MW medios, y el aumento de la importación de energía, aumentando casi 5.500 GWh (630 MW medios) en relación al año 2021".
La variación muestra que la generación térmica tuvo una caída anual del 9,2% (de 90.074 Gwh en 2021 a 81.746 Gwh en 2022), aunque esa modalidad se mantuvo como la principal, con el 56,36% del total.
La principal incidencia en esa caída de participación respondió a la menor disponibilidad de gas natural y los costos de los combustibles. Si bien el barril de petróleo terminó el año un 43% promedio mayor al año anterior, la mayor diferencia se presentó en el primer semestre, alcanzando +70% en invierno, indicador relacionado al comportamiento de los precios internacionales.
La energía hidroeléctrica tuvo un alza del 25,2%, al pasar de 24.116 Gwh en 2021 a 30,186 el año pasado, y conservó la segunda posición en generación, con el 20,81%.
En el tercer puesto se mantuvieron las distintas modalidades de energías renovables (biomasa, eólica, solar, biogás y emprendimientos hidroeléctricos de menos de 50 Mw) con un aumento anual del 10,9% (de 17.437 Gwh a 19.340 Gwh), con una participación del 13,33% de la generación total y del 13,9% en la atención de la demanda.
La energía nuclear registró un descenso del 26,6% (de 10,170 Gwh a 7.469 Gwh) y una participación del 5,15%m en tanto la importación tuvo un salto del 670% (de 819 Gwh a 6.310 Gwh) y una participación del 4,35%.
Cammesa destacó que "en lo que respecta a la generación hidroeléctrica, si bien los años 2022 y 2021 se destacan por presentar características de 'año seco', en los últimos meses se observó un aumento en la generación al comparar con el año anterior asociado principalmente al aumento en los caudales de la cuenca del Paraná (Yacyretá) y Uruguay (Salto Grande)".
Asimismo, indicó que "la generación térmica termina siendo menor en el año 2022, en especial si se observa desde los meses de invierno, gran parte asociada a los mayores costos debido a la menor disponibilidad de gas natural, como también a la competencia con otras energías a menores costos".
En línea con la caída en la generación térmica, el consumo de combustible total terminó siendo menor al de 2021, principalmente por la menor disponibilidad de gas natural.
Al respecto, Cammesa indicó que el consumo de Gas Natural terminó siendo menor en casi 6 millones de metros cúbicos, con una caída anual del 13,2% en cuyo detalle se reflejó el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en el precio internacional: la demanda del gas nacional tuvo un aumento del 1,42%, pero la del importado una caída del 59,18%.
Asimismo, "la menor disponibilidad de gas quedó reflejada en el aumento de los consumos de combustibles alternativos, principalmente gasoil (de origen importado) y fuel oil", con una mayor participación del de origen importado frente al de elaboración local.
La disminución en la generación térmica en el primer semestre del año pasado "no se ve reflejada en la cantidad de emisiones totales de CO2, debido al incremento en el consumo de combustibles alternativos", advirtió Cammesa.
Con información de Télam