(Corrige título y cabeza informativa)
Con pequeñas figuras humanas creadas en cerámica blanca, hilos blancos y rojos, se inaugura este sábado en el Museo Benito Quinquela Martín "Hilo de voz", una muestra individual de la artista Guillermina Grinbaum sobre el tema de la trata de personas y la explotación sexual que tiene como número alarmante más de cuatro millones de víctimas a nivel mundial, a partir de una propuesta que sondea el impacto social de esta problemática al mismo tiempo que interpela frontalmente al espectador.
La exposición reúne una serie de obras de la artista que investigó sobre el universo femenino construye un estado de situación de la trata de personas, trazando un mapa donde materialidades, símbolos y números ilustran una escena que se presenta al espectador cruda, urgente, alarmante.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Hilo de voz", curada por Kekena Corvalán, se inaugura este sábado y estará disponible hasta el 26 de junio en el museo del barrio porteño de La Boca.
En la instalación propuesta por la artista, la materialidad de los cuerpos y objetos en cerámica y lo textil son protagonistas de relatos, símbolos y cifras contundentes, como la de la obra "Cuatro millones ochocientos mil": "figuras de cerámica descarnadas, despersonalizadas, agotadas, penden de sutiles hilos blancos". Y cada pequeño cuerpo representa "el número aproximado de víctimas de explotación sexual existentes en la actualidad en el mundo", informa el Museo.
Cuerpos diminutos aparentemente hechos en serie, estandarizados, iguales, invitan a acercarse a los detalles, como en la pieza "Ser un cuerpo" con sus figuras superpuestas, amontonadas, y un mensaje claro de la pérdida de la identidad que subyace, en la exhibición, como tema.
Títulos de piezas como "Huellas", la propia "Hilo de voz" y "Yo le creí" tienen al textil atravesando objetos, desde el hilo blanco como símbolo de sujeción y sometimiento de la víctima de trata sexual, hilos rojos, descosidos, transparentes.
Una narrativa que entre lo sensible y lo concreto "se hace presente en las obras la crudeza de los relatos de las propias víctimas y la contundencia de las estadísticas", considera la curadora.
"Cada uno de los proyectos que aquí se presentan son dispositivos sensibles que tensionan las maneras cosméticas de decir y compadecer, provocándonos resonancias que alejan los golpes bajos y el morbo. Cada obra de Guillermina expone realidades que reclaman justicia. Al recorrer esta exposición/instalación surgen con lucidez todas esas marcas en los cuerpos que parecieran no importar, y de manera irrefutable, queda presente que la cuestión no es que no haya justicia, sino que la hay, y es patriarcal, por lo tanto tan violenta como el crimen que busca perseguir, y debe ser reformada urgentemente, para que alcance de una vez por todas ese otro mundo en el que queremos vivir, sentir y hacer", reflexiona Corvalán.
La curadora invita "a recorrer, a dejar huella" de la presencia, e "interactuar con las intensidades que aquí nos afectan", porque "la creación artística es un ejercicio de reparaciones y abrazos" que evidencia la realidad desde el "artefacto ficcional, y sobre todo, en la afectividad del convencimiento incluyente de que, para nosotras, todas las vidas importan".
Sobre la artista, la curadora y docente sostiene: "Son muchos años los que lleva la práctica artística de Guillermina Grinbaum atravesando en su hacer los modos de representación de las violencias, destacándose el ejercicio de escucha y lectura de testimonios en primera persona. Este recorrido estético y político de su trabajo, la convierte en una artista referente del tema, que ha logrado transformar su compromiso ético en una propuesta visual con alta potencia estética".
Artista y egresada de la carrera de psicología de la UBA, Grinbaum se formó con Gabriel Baggio, Delfina Bourse, Carolina Antoniadis, Ariela Naftal, Fabiana Barreda y Corvalán; y estudió escultura cerámica con Juan Carlos Ruiz Molina y Alejandro Ríos; y sus investigaciones están vinculadas al estudio del universo femenino.
Entre sus exposiciones individuales están "ReEncuentro" (The Emanuel Collection, Nueva York, 2021); "Infierno y Silencio" (Legislatura de Buenos Aires, 2019); "Sutil, y no tanto" (Museo Evita, 2015) y "La hora de la mujer" (Museo Evita, 2012).
También participó en colectivas como: "Ellas, Yo, Todas" en el MoMA Ps1 de New York; "Seas quien seas" ("Eternity", de Maurizio Cattelan en Art Basel Cities); y en Argentina en el Centro Cultural Rojas, Museo Fortabat, Palais de Glace, Museo de Bellas Artes de Salta, Museo Judío de Buenos Aires, Espacio Memoria, Museo de Arte Popular José Hernández, entre otros.
La exposición podrá visitarse de martes a domingos de 11.15 a 18, en el Museo Benito Quinquela Martín (Av. Don Pedro de Mendoza 1835).
Con información de Télam