El Teatro Bolshói de Rusia ha molestado a los aficionados a la ópera y el ballet al cancelar abruptamente una serie de espectáculos de directores que se han manifestado en contra de la guerra en Ucrania.
El teatro no dio ninguna razón para cancelar la producción de Timofey Kuliabin de la ópera "Don Pasquale" y el ballet "Nureyev" de Kirill Serebrennikov.
Kuliabin ha utilizado su cuenta de Instagram para expresar su solidaridad con Ucrania y ridiculizar la descripción que hace Rusia de sus acciones allí. En una de sus publicaciones, mostró una versión burlada de la portada de "Guerra y Paz" de León Tolstoi, sustituyendo la primera palabra del título por "Operación Especial", el término utilizado por el Kremlin para describir la invasión.
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Serebrennikov declaró a France 24 en una entrevista el mes pasado que "es bastante obvio que Rusia empezó la guerra", y que eso le rompía el corazón.
"Es una guerra, está matando gente, es lo peor (que) puede pasar con la civilización, con la humanidad(...). Es una catástrofe humanitaria, son ríos de sangre", dijo.
Ambos directores se encuentran actualmente fuera de Rusia.
La sustitución de los dos espectáculos por "El barbero de Sevilla" y "Espartaco", dos clásicos del repertorio del Bolshói, suscitó cientos de comentarios en línea, en su mayoría críticos, por parte de los espectadores. Muchos exigieron en vano conocer el motivo.
"¡Qué falta de respeto a los espectadores y a los artistas!", escribió una mujer, Valeria, en el canal de Telegram del Bolshoi.
Hubo especial indignación por la cancelación de "Nureyev", de Serebrennikov, una controvertida producción que se estrenó en el Bolshói en 2017. La historia del bailarín Rudolf Nureyev, que desertó a Occidente en 1961, incluía una tierna escena con su amante gay que ponía a prueba la tolerancia del Kremlin con lo que llama "propaganda homosexual".
Con información de Reuters