Piercing: qué cuidados hay que tener cuando te hacés uno

Un resumen con los cuidados fundamentales que se deben tener en cuenta para tratar un piercing recién hecho. 

26 de julio, 2022 | 12.40

Desde hace décadas los piercings son parte del código estético de muchas personas en occidente aunque en muchos casos la aplicación de éstos en diferentes parte del cuerpo trae complicaciones por el mal cuidado que se les dio en los primeros días desde su incorporación en la piel.

Cuidados básicos para los piercings

Lavarse las manos

Antes de tocar el piercing o la zona cutánea que lo rodea es imprescindible lavarse las manos con agua y jabón.

Quitar las costras

En los primeros días se suelen hacer costras alrededor de los piercings y es necesario quitarlas. Una vez que las manos están limpias, humedecer la piel alrededor del aro para ablandar esa costra y luego quitar sin utilizar fuerza. No arrancarlas cuando están secas porque puede generar lastimaduras e incluso infecciones.

Limpiar la zona

Una vez retiradas esas costras, limpiar la zona circundante al piercing con agua y jabón blanco.

Suero Fisiológico

Colocar algunas gotas de suero fisiológico en la zona una vez enjuagado el jabón, para evitar posible infecciones. Mover el piercing para que el suero pueda entrar en la perforación hecha en la piel.

Secar

Agarrar una toalla limpia y secar con delicadeza, haciendo suaves golpes alrededor del aro.

Colocar desinfectante

Después de haber secado la zona, colocar algún desinfectante como povidona iodada. Evitar usar alcohol o agua oxigenada porque puede que se alargue el proceso de cicatrización.

Una joven de 20 años falleció tras la infección de un piercing

La brasileña Andressa Souza tenía veinte años y se había hecho un piercing en su labio inferior; la mala curación de esa intervención hizo que la zona se le inflamara mucho y se le infectara. "Vimos que tenía la boca muy hinchada, no había como moverlo. Estaba tan hinchada que no había como sacar el piercing", expresó la madre de la joven.

Souza ingresó a un hospital de su ciudad con un gran dolor de cabeza y fiebre y los médicos en primer lugar relacionaron esos síntomas con el contagio de dengue, pero luego se dieron cuenta de que todo sucedió por la infección generada en su labio inferior. A las 24 horas de haber sido hospitalizada y luego de una operación en la que trataron de reducir la infección, la joven perdió la vida.