En China, a los rebrotes de casos de coronavirus que alertan a las autoridades sanitarias, se sumó una antigua enfermedad que de nuevo está generando temor en el país asiático desde hace varios meses. En la región de Mongolia Interior tuvieron que aislar a dos pueblos tras la muerte de dos residentes provocadas por la peste bubónica.
El primer deceso fue reportado a las autoridades de la ciudad de Baotou el domingo pasado. Y según anunció la Comisión de Salud de esa ciudad, el jueves se confirmó el diagnóstico de manera definitiva.
Fue así que establecieron el aislamiento de Suji Xincun, la aldea donde vivía la víctima. Hasta el momento, las pruebas realizadas a todos los vecinos que residen arrojaron resultados negativos.
En total, son nueve las personas que estuvieron en contacto cercano con la persona fallecida. Todas fueron puestas en cuarentena. Según informaron las autoridades, también dieron negativo en los controles.
La otra muerte por peste bubónica ocurrió en Bayannur. En consecuencia, quedó estrictamente prohibido el acceso a los visitantes y el gobierno cerró toda la región circundante, incluso las entradas a cinco miradores en las praderas vecinas.
Cabe señalar que en noviembre de 2019 también hubo algunos casos de peste bubónica en Mongolia Interior, relacionados a la ingesta cruda -o poco cocida- de marmotas o conejos salvajes, comidas tradicionales en la zona.
"La peste está presente desde hace mucho tiempo y el sistema de respuesta de Mongolia Interior para la enfermedad, que incluye seguimiento sobre el terreno y sistemas de aniquilación de ratas, está suficientemente preparado para controlarla", aseguró el subdirector de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pekín, Wang Peiyu.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el período de la incubación de la peste (cuya variante más letal es la pulmonar) es de entre tres y siete días, y tiene una tasa de mortalidad del 30%. La OMS contabiliza que, entre 2010 y 2015, fueron 3.248 los infectados, de los cuales 584 terminaron fallecidos.
La peste bubónica es una enfermedad infecciosa provocada por la bacteria Yersinia Pestis, que normalmente se encuentra en animales pequeños y en las pulgas que actúan en ellos como parásitos. Se transmite del animal al ser humano por la picadura de las pulgas infectadas, por contacto directo, por inhalación y, más raramente, por ingestión de materiales infecciosos.
Dependiendo de la vía de infección, existen dos tipos de peste: bubónica y neumónica. La primera es la forma más común y está provocada por la picadura de una pulga infectada. El ganglio linfático se inflama y da lugar a una tensión dolorosa del tejido, denominada bubón.
En ausencia de tratamiento, la peste puede provocar la muerte en poco tiempo. El diagnóstico precoz y el tratamiento inmediato son esenciales para superarla o para reducir las complicaciones propias de la enfermedad. Si es la enfermedad es identificada a tiempo, el tratamiento de los síntomas y la prescripción de antibióticos son eficaces.