La Justicia ordenó volver a detener al acusado de violar a la joven venezolana, Irineo Garzón. Es por el delito de abuso sexual cuando la mujer fue a una entrevista de trabajo en el barrio porteño de Once. También se llevan adelante análisis toxicológico en la sangre para determinar si, además, fue drogada en el momento del ataque.
Los jueces Pablo Lucero, Magdalena Laiño y Jorge Rimoldi de la Sala I de la Cámara del Crimen resolvieron que quede detenido. Fue tras la apelación de la fiscal del caso, Silvana Russi, y Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), junto con la querella de la víctima con los abogados Alejandra Cabrera y Pablo Baqué.
El fiscal de cámara Ricardo Sáenz mantuvo el criterio de las funcionarias judiciales y pedirá la inmediata detención del imputado, mientras que la resolución de los camaristas se dará a conocer por cédula, ya que no se llevará a cabo ninguna audiencia oral de tipo presencial o virtual, según adelantó Infobae.
Este lunes por la mañana, en tanto, Garzón Martínez se presentó en los tribunales para su indagatoria y aceptó responder preguntas de la jueza Zucconi. En su declaración, negó haber violado a la joven -a pesar de las amplias pruebas en su contra que incluyen tres lesiones sangrantes compatibles con abuso sexual-, aseguró haber tenido un consentimiento previo y hasta llegó a hablar de una relación previa.
Este martes, por otra parte, se llevó a cabo un análisis toxicológico a la sangre y orina de la víctima que servirá para determinar si la joven efectivamente fue drogada al momento del ataque. En su declaración cómo testigo, la víctima relató que el contacto con el imputado había comenzado por Facebook, dos días antes de la entrevista laboral que finalmente mantuvieron el 23 de enero pasado, en la que la joven esperaba comenzar a trabajar en el local de venta de uniformes médicos de Garzón en el barrio porteño de Balvanera.
Durante la reunión, tras beber un vaso de jugo que el hombre le ofreció repetidamente, comenzó a sentirse mareada. “Sintió mareos, hormigueo en los brazos, dificultad para hablar y llegó a llamar a la hermana”, describe el expediente. “Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada”, expresó la víctima en el mensaje que le envió a través de WhatsApp con la dirección en donde se encontraba. La hermana de la joven avisó de manera urgente a su madre, quien se encontraba cerca del comercio y denunció el hecho al 911.