19 de agosto, 2021 | 08.36

¿La variante Delta es más peligrosa para los chicos?

Cuál es el efecto de la variante Delta de coronavirus en los niños. En EE.UU., la cantidad de niños hospitalizados subió 400% en tres semanas.

Uno de los traspiés que quedarán para los futuros historiadores de la pandemia de coronavirus es el papel que se les asignó a los chicos en la transmisión de la enfermedad. A principios de 2020, se creyó que no se contagiaban e incluso se hicieron numerosos estudios para explicar esa presunta paradoja. Se  especuló con que se infectaban de otros coronavirus y esto les confería cierta inmunidad, a que tienen menos receptores de ACE2, la proteína que facilita el ingreso del nuevo coronavirus a las células humanas, o a que su sistema inmunológico es más robusto, y responde de manera más rápida y eficaz. Incluso en diciembre del año pasado, un artículo en la revista Nature intentaba explicar “cómo los chicos evaden el Covid” (https://www.nature.com/articles/d41586-020-03496-7#ref-CR2 ).  

Hoy la evidencia reunida obligó a un giro de 180 grados. No solo está probado que los chicos se contagian (con frecuencia, en forma asintomática), sino que contagian. Es más, un trabajo realizado en 6000 hogares de Ontario, Canadá, que acaba de publicarse en JAMA Pediatrics llegó a la conclusión de que los de hasta tres años pueden transmitir el virus más que los de 14 a 17, algo esperable si se tiene en cuenta el contacto estrecho que mantienen los más pequeños con el resto de la familia (https://jamanetwork.com/journals/jamapediatrics/fullarticle/2783022). 

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En este escenario, la variante Delta, que circula intensamente en gran parte del mundo y que está ingresando a cuentagotas en la Argentina, pareció elegirlos como personajes centrales. Algunos indicios llevaron a preguntarse si esta variante genera en ellos cuadros más serios. Hoy, el ministro de seguridad pública de Israel, Omer Bar Lev, le propuso al gabinete posponer el inicio escolar, porque “los menores de 12 años son los principales propagadores de la variante Delta”. 

“En los Estados Unidos hay una inmensa preocupación por el nivel de contagios en niños;  se alcanzaron varios récords –cuenta el biólogo molecular Ernesto Resnik en su esclarecedora charla diaria sobre la ciencia de la pandemia “PCR”, que puede escucharse por Spotify–. Hay más preocupación aún porque los números absolutos ya empiezan a ser muy grandes y por primera vez muchos hospitales pediátricos están desbordados y es el mes del regreso a las escuelas. El crecimiento porcentual relativo es entendible porque, por las vacunas, los adultos se empezaron a contagiar menos, pero el número absoluto de casos no era esperable. La mayoría son de los estados negacionistas del sur, donde hay menos vacunación y menos cuidados. La progresión de casos asusta y tiene que ver con Delta, la variante hipertransmisible con la que estamos lidiando y se llevó por delante casi todas las demás variantes en la mayor parte del mundo. Hubo 30.000 chicos contagiados hace cuatro semanas, 72.000 hace tres, 94.000 hace dos y 121.500 la pasada. Un 400% de aumento en tres semanas. Y en la mayoría de los Estados ni siquiera empezaron las clases y todavía es verano. Esto es una advertencia de lo que puede pasar en la Argentina si Delta despega”. 

En los Estados Unidos, las hospitalizaciones infantiles alcanzaron el máximo histórico de la pandemia. Es el salto más grande hasta ahora: entre el 0,2 y el 2% de todos los casos de Covid en menores resultaron en hospitalización, detalla Resnik. Y advierte que la idea de que los chicos no tienen problemas con Covid fue nefasta, porque de algún modo alentó el desinterés de algunos jóvenes por los cuidados. “Riesgo bajo no es riesgo cero y no es poco riesgo”, afirma. 

Lo cierto es que la respuesta corta para el título de esa nota es que todavía no se sabe si la variante Delta es más rigurosa con los chicos. “No hay evidencias sólidas –dice Roberto Debbag, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica–. Lo que se postula es que, por ejemplo, en el caso de los Estados Unidos, hay dos o tres ‘aceleradores’ que están haciendo que los chicos tengan más infección. Una es su alto índice de replicación: al tener más virus tendrían más sintomatología, y hay más cuadros clínicos que merecen hospitalización. El otro factor es que allí entre el 30 y el 40% de la población es reticente a las vacunas y la gran mayoría de los niños que están hospitalizados son hijos de padres no vacunados”. 

El especialista destaca que en este contexto se está planteando en el mundo vacunar a los niños menores de 12 años: “A los de 12 a 17 sanos, también, pero inicialmente a los menores de 12, y fundamentalmente a los de entre 5 y 12. Se están presentando estudios ante la FDA y la Academia Americana de Pediatría le pidió que acelere los tiempos para las evaluaciones. [Cuando se avance en esto] vamos a tener poblaciones más vacunadas y se disminuirá la probabilidad de transmisión”. 

Población vulnerable

Algunos sospechan que la variante Delta podría ser más grave en todos los rangos etarios y no especialmente en los niños.

“A medida que aumenta la protección en adultos, en algunos países empieza a verse el efecto de la gran circulación viral mientras se levantan restricciones, lo que redundará en una pequeña porción de casos graves en este grupo –explica el virólogo del INTA y el consorcio PAIS de vigilancia genómica, Humberto Debat–. Pero esto no significa que sean especialmente vulnerables a Delta, es una cuestión de grandes números y asimetría en la inmunización. Los casos graves en niños siguen siendo órdenes de magnitud menores que en adultos mayores. Covid y niños es un tema muy sensible y que genera gran debate en el nivel global (más allá de la discusión ideológica y política local). Hay varias bibliotecas y quizás haya que esperar un poco”.

 La respuesta se repite entre los especialistas. No hay datos concluyentes para saber si es más letal o si causa enfermedad más grave. “Aparentemente, lo que hay hasta ahora es una probabilidad de hospitalización aumentada –explica el bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba, Rodrigo Quiroga y enseguida aclara–. De todas maneras, incluso si fuese igual que las variantes anteriores, lo que se está viendo en muchos países del hemisferio Norte, es que donde hay baja vacunación se está verificando una cantidad de casos muy, muy grande, y muchísimo contagio de niños. Está habiendo récord de hospitalizaciones de niños en muchos estados de los Estados Unidos, como Florida y Texas. Me parece que sería importante analizar con cuidado todos estos datos y evaluar el efecto de vacunarlos”. 

El grupo de Quiroga está empezando a trabajar en el problema e intentando estimar el impacto de esta ola de Delta en los niños; es decir, cuántas hospitalizaciones y fallecimientos producirá para que el Ministerio de Salud y la Comisión Nacional de Inmunizaciones puedan decidir los pasos a seguir.

A más vacunación, menor población susceptible, que hoy en su mayoría son niños y adolescentes. “Mientras más uno avance en la inmunización, menor será el tamaño de la ola de contagios –dice Quiroga–. Uno esperaría un menor porcentaje de niños infectados y, por lo tanto, reducir su exposición también permitiría una menor proporción de contagios y de niños internados. Es fundamental no solo sostener, sino aspirar a mejorar las medidas de prevención de contagio en las escuelas”.

“Las escuelas deben tener las mejores medidas de mitigación; si no, son un lugar de expansión de la circulación del virus y ojalá se apruebe rápido la vacunación de los más chicos”, coincide Resnik. 

En este momento, según informa la sanitarista Mirta Roses, embajadora especial de Covid de la Organización Mundial de la Salud, la compañía Pfizer espera tener datos sobre inmunización para edades de 6 meses a 11 años para fines de este año. “Tienen estudios con dosis fraccionadas para 6 meses a dos años, de 2 a 5 años y 6 a 11 años –cuenta–. China está haciendo estudios con Sinopharm y CanSino, pero sin fecha de liberación de datos”. 

En el país, más allá de la ansiedad de padres y médicos, el inicio de la vacunación masiva en menores de 17 está supeditado a la información que remitan los laboratorios a la agencia reguladora local, la Anmat. “Estamos haciendo todas las gestiones para que esto sea lo más ágil posible, pero lógicamente responde a una metodología que debemos seguir”, informa el subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación, Juan Manuel Castelli.