Reclaman la renuncia de las autoridades de la Agencia de Promoción Científica

Lo hicieron ayer investigadores reunidos en el Polo Científico; otra iniciativa obtuvo en menos de 48 horas casi 5000 firmas para pedir a los senadores que rechacen la derogación de la ley de financiamiento de la ciencia

23 de diciembre, 2025 | 20.31

La comunidad científica no baja los brazos y está poniendo en práctica esos versos de Almafuerte que dicen No te des por vencido, ni aun vencido (…) Ten el tesón del clavo enmohecido/ que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo”. Es lo que permiten vislumbrar dos iniciativas de las últimas horas. 

En una, convocada por la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt), integrada por personas de todo el arco político, cientos de investigadores se reunieron frente al Polo Científico para simbolizar en dos árboles de Navidad todo lo bueno que la ciencia puede darle al país y la destrucción generalizada que está perpetrando el gobierno

Allí se dieron cita jóvenes y mayores para armarlos con “regalos” que representaran, por un lado, los proyectos que podrían beneficiar al país y hoy están truncos o en vías de desaparición por el ahogo a que está siendo sometido todo el sistema. En otro, se representó el material de laboratorio ya inutilizable y que no se puede reemplazar por falta de fondos, equipamiento viejo y roto, porque no se pueden pagar repuestos ni comprar nuevos instrumentos, instalaciones en mal estado, porque no hay programas de infraestructura, no hay reactivos, no hay insumos, no hay viajes de campo. 

“En este árbol hay un recorte de salarios y estipendios que hoy llega al 37 % comparado con diciembre de 2023. Hay muy pocos ingresos a la carrera del investigador del Conicet y se encuentra prácticamente cerrado el ingreso a la de personal de apoyo, el desmantelamiento del INTA y el INTI, y la paralización de proyectos científico/tecnológicos emblemáticos, como el [pequeño reactor modular nuclear] CAREM –leyeron Valeria Levi, vicedecana de Exactas/ UBA, Agustín Ormazábal (becario Agencia), Jorge Geffner y María Cecilia Miguez, investigadores del Conicet, que hablaron en nombre de la Raicyt–. En este árbol, vemos también el éxodo masivo de investigadores que difícilmente retornarán. Porque día a día se desarticulan grupos de investigación en todas las áreas del conocimiento a lo largo y ancho del país. Recursos humanos que perdemos, ideas que podrían haber cambiado la realidad argentina”.

“Aquí, el lamentable árbol de navidad que nos ‘regala’ el gobierno –continuaron–, que llevó a la Argentina a integrar una lista selecta, junto a países muy pobres de África, que presentan como característica común que NO invierten en ciencia”.

Esos árboles simbólicos los armaron frente a la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, que supo ser la principal institución responsable del financiamiento de proyectos en todas las áreas del conocimiento. “Hoy la Agencia dejó de existir. La destruyeron. No financia nada. No otorga nuevas becas. Mantiene congelados los estipendios de sus becarios, que disminuyeron de 1200 a 600 –subrayaron–. Insulta a los investigadores anulando convocatorias ya evaluadas, suprimiendo programas y queriendo instalar que el otorgamiento de un número muy limitado de proyectos junto a empresas privadas puede representar en sí misma una política científica nacional. Por tal motivo, exigimos la inmediata renuncia de estos funcionarios. La destrucción de la Agencia, representa una sentencia de muerte para el sistema científico. Son responsables del cientificidio las actuales autoridades de la Agencia, Licenciada Natalia Avendaño y Rita Cuevas, junto a los dos miembros del Directorio: Luis Martín Gómez de Liguori y Verónica Vaccalluzzo”.

Y concluyeron: “No nos resignamos a una Argentina pobre y para pocos. Por eso construimos un árbol diferente, que no es de los científicos sino de todos y todas los argentinos y argentinas. Por ellos queremos seguir haciendo ciencia. Venimos a renovar nuestro compromiso en defensa de nuestro sistema científico/tecnológico, que se extiende a la defensa de la universidad pública, a los derechos de los trabajadores de la salud y la solidaridad activa con quienes poseen discapacidades. Proponemos que cuando brinden, recuerden que estará presente en ese brindis toda la comunidad científica de la Argentina. Una comunidad diversa, democrática, presente y unida. Que no va a bajar los brazos, ni ahora ni nunca. Viva la Ciencia, viva Argentina, viva nuestra patria!”

Ahora les toca a los senadores  

Casi en simultáneo, un documento surgido por iniciativa de la ahora diputada Adriana Serquis, ex presidenta de la CNEA para pedir el rechazo de los senadores al Artículo 30º del Proyecto de Ley de Presupuesto 2026, reunió casi 5000 firmas. 

La norma enviada para su aprobación en el Parlamento propone derogar los Artículos 5°, 6° y 7° de la Ley 27.614 de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que establecen el crecimiento de la inversión en ciencia y tecnología hasta alcanzar el 1% del PBI hacia  2032. También propone derogar el artículo 9º de la Ley 27.795 de Financiamiento de la Educación Universitaria que fija pisos mínimos para la inversión en educación. “De esta manera se desarma una política de planificación estratégica aprobada por amplios consensos hace apenas cuatro años, reduce de manera drástica la inversión en ciencia y tecnología, y convalida una caída real del 46,4% de la Función CyT de la Administración Pública Nacional respecto del Presupuesto 2023”, advierte el documento y agrega que, además de inconstitucional, la citada norma implica el desmantelamiento de políticas de Estado fundamentales, construidas a lo largo de años.

En el mismo pedido se les solicita a los senadores sostener el rechazo de la cámara baja al capítulo XI del Presupuesto 2026 que pretendía entre otras  cosas, derogar la Ley de Financiamiento de la Educación Universitaria y Recomposición Salarial Docente (Ley 27.795) y la Ley de Emergencia en Discapacidad (Ley 27.793).

“Mantener este artículo en la ley no solo es inconstitucional, sino que continúa profundizando el éxodo de jóvenes altamente calificados y atenta contra un modelo de desarrollo económico con agregado de valor y conocimiento. Esto es esencial para evitar convertirnos en un país con estructuras productivas orientadas a la mera extracción de nuestros bienes comunes por parte de los países centrales, sin desarrollo tecnológico propio, en el que la ciencia y la educación dejan de ser necesarias”, finaliza.

Entre los firmantes, se encuentran algunos de los nombres más destacados de la ciencia local, como Alberto Baruj (Vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del Conicet), Alberto Kornblihtt (Profesor emérito UBA e Investigador Superior CONICET), Alicia Bohren (Rectora  UNaM), Ana Arias (Decana FSOC-UBA), Ana Franchi (ex-Presidenta CONICET), Andrea Gamarnik (Investigadora Superior CONICET), Andrés Kreiner (Investigador Superior CNEA - CONICET), Anselmo Torres (Rector UNRN), Beatriz Gentile (Rectora Universidad Nacional del Comahue), Carolina Mera (Profesora Asociada UBA. Investigadora CONICET), Claudia Capurro (Miembro del Directorio del CONICET. UBA - CONICET), Daniel Feierstein (Profesor UBA/UNTREF, Investigador CONICET), Daniel  Fihman ( Vicerrector  Universidad Nacional de Quilmes), Daniel Filmus (Profesor Titular UBA Investigador CONICET), Diego de Charras (Vicedecano FSOC-UBA), Diego Hurtado (Profesor-Investigador UNSAM-CONICET), Dora Barrancos (Investigadora Principal CONICET), Kelly Olmos (Diputada Nacional) y Eduardo Dvorkin (UBA Emérito) entre muchos otros.