Habló una joven de 27 años que en diciembre pasado había denunciado que fue abusada en el Sanatorio Güemes mientras estaba bajo los efectos de la anestesia. La víctima aseguró que el caso que salió a la luz esta semana "es idéntico" al suyo.
“Mi caso es igual, muy similar al que salió a la luz estos días y es como revivir nuevamente toda esta pesadilla. El caso que salió a la luz es idéntico al mío”, dijo Noelia en declaraciones que hizo llegar a la prensa a través de un audio.
Noelia esta haciendo referencia a la denuncia que se dio a conocer este lunes por parte de una mujer que se sometió a una operación en una pierna y se despertó ensangrentada por un desgarro en su zona genital. Tuvo que recibir atención médica en el Sanatorio Güemes por las lesiones y quedó detenido un camillero cuyo nombre no trascendió, en el marco de la causa por “abuso sexual doblemente agravado” que investiga el Juzgado Criminal y Correccional Nº19 a cargo de Diego Slopski.
La de Noelia es la segunda de tres denuncias que pacientes de diferentes edades que no se conocen entre sí presentaron en el último año, todas ellas asegurando haber sido abusadas en el marco de una intervención quirúrgica en el Sanatorio Güemes.
Cómo fue el caso de Noelia
La joven contó que a mediados del año pasado había acudido varias veces a la guardia del Sanatorio Güemes porque “sufría de cólicos biliares fuertes”. “Me llevaron a una sala anterior al quirófano. Se encontraban en ese momento un enfermo que ya se iba por el cambio de guardia, otro enfermero que estaba ayudando al anestesista y escuché también una voz de una mujer”, contó Noelia, quien en la causa por este hecho está representada por la abogada Raquel Hermida Leyenda, del mismo modo que las otras dos víctimas.
“El anestesista habló conmigo y me dijo que me iba a suministrar una droga antes de la anestesia, lo cual me pareció un poco raro pero no me quedaba otra que aceptar. Enseguida sentí que todo me empezaba a dar vueltas; me sentí muy mareada, asustada y, a pesar de que tuve varias intervenciones, nunca había sentido eso”, recordó.
Desde el momento en que se despertó, empezaron a aparecer indicadores de que algo no andaba bien. “Cuando me despierto solo sentía mucho dolor general. En la sala de recuperación mi esposo logró ver que tenía marcas pero yo le dije que se quede tranquilo, que seguramente era Pervinox, jamás me hubiera imaginado nada extraño”, contó
“Fui a mi casa y seguí las instrucciones de no bañarme hasta el otro día, pero esa noche no dormí porque me sentía muy dolorida y perturbada. No podía conciliar el sueño y estaba como en un estado de nerviosismo que no entendía”, continuó diciendo Noelia.
Al otro día, después de darse una ducha, le pidió ayuda a su pareja para cambiarse. “Ahí nota mi esposo las marcas en la pared interna de los dos muslos y, como yo no lograba verme, empecé a sacarme fotos con el celular y eran alevosas las marcas, oscuras, grandes y de igual tamaño”, contó. Además, en los glúteos “tenía marcas de dedos de diferentes tamaños” pero también hematomas como de golpes, “muy oscuros”.
“Luego de eso entré en shock y llamé a la policía, que me llevó al hospital Ramos Mejía. Consultaron con la fiscalía y se presentó una médica legista que junto a dos ginecólogos constataron las lesiones”, finalizó diciendo la víctima.
La investigación por el delito de “abuso doblemente agravado” está en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 23, a cargo de Marcelo Retes, y del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nª 47 a cargo de Mónica Berdión de Crudo. La joven tuvo que “empezar también con apoyo psicólogo y psiquiátrico", porque tenía "ataques de pánico, nerviosismo" y estaba "muy deprimida”, síntomas que siguen vigentes en la actualidad.