En el Senado se encuentran los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García- Mansilla, ambos designados jueces de la Corte Suprema por decreto. La Cámara alta expresó su rechazo a la forma de nombramiento, sin acuerdo del parlamento, y evalúa cómo bajar las designaciones. La del segundo de los candidatos de la Casa Rosada corre riesgo de ser rechazada.
Desde el interbloque de Unión por la Patria habían revelado que pretendían pedir una sesión para voltear los dos pliegos. Para esto, solo hace falta llevarlos al recinto y conseguir dos tercios de los presentes, es decir, (37 de 72). El peronismo tiene 34 senadores.
La Corte no le aceptó el pedido de licencia a Lijo en los Tribunales de Comodoro Py, condición necesaria para que se le tome juramento como ministro del máximo tribunal. De todos modos, tenía el dictamen firmado para que sea tratado en el recinto. No así García- Mansilla.
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Sin embargo, en las últimas horas el pliego del abogado antiabortista comenzó a correr peligro. Fuentes consultadas por El Destape afirmaron que no solo el peronismo buscaba bajarlo, sino también otros dos senadores: Martín Lousteau (Unión Cívica Radical) y Guadalupe Tagliaferri.
Los dos porteños integran la comisión de Acuerdos; de hecho es presidida por la senadora que responde al ex jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Según el texto, al que pudo acceder El Destape, no solo se enumeraron las diversas impugnaciones que tuvo la candidatura de García- Mansilla, sino que se consignaron sus dichos durante su exposición ante la comisión de Acuerdos, donde había asegurado que si se le ofrecía ser designado por decreto, él no iba a aceptar.
Afirman desde fuera del peronismo, que Unión por la Patria tiene un dictámen de rechazo que cuenta con seis firmas en la comisión de Acuerdos, donde tiene siete miembros. Si se sumaran todas estas rúbricas, más la de Lousteau y Tagliaferri, solo faltaría una para enviarlo al recinto y someterlo a votación.
El peronismo se maneja con hermetismo, por lo que no dieron precisiones sobre posibles posturas. El resto de la comisión está integrada por aliados al Gobierno, al márgen de Lousteau y Tagliaferri que se desmarcan de sus bloques. Una incognita es el radical bonaerense Maximiliano Abad, aunque desde su entorno tampoco dieron a entender que postura tendrán.
Desde el oficialismo de La Libertad Avanza especulan que todavía no están las firmas necesarias, por lo que habrá que esperar para la semana que viene. "Debe haber presiones de todos lados", conjeturaron. Voces que transitan los pasillos del Senado vuelven a ver la mano del jefe de la bancada radical, Eduardo Vischi, que quedó como la cara del salvataje a Milei y su entorno de cualquier investigación sobre el escándalo crípto. "Está operando con el Gobierno para que no se traten los pliegos", denunciaron.