Después de que El Destape revelara la intención de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta de subastar la villa 31 y otros terrenos de la Ciudad para financiar y garantizar el negocio inmobiliario del Paseo del Bajo, vecinos de ese barrio porteño fueron reprimidos y golpeados por una "patota PRO", según denunció un habeas corpus presentado por legisladores porteños de Unidad Ciudadana.
En la acción colectiva presentada por Paula Penacca, Javier Andrade, Mariano Recalde y Victoria Montenegro, los legisladores denunciaron que los vecinos miembro de la Mesa de Urbanización de la Villa 31 recibieron "agresiones físicas, amenazas coactivas, hostigamiento y persecución ejecutadas por grupos organizados de atacantes - patotas - que responden al partido político PRO Cambiemos".
Según lo denunciado, las agresiones buscan "obstaculizar la actividad política llevada a cabo por el grupo de vecinos y militantes políticos" para evitar que se afecten sus derechos con el proyecto de urbanización. Tal como reveló Ari Lijalad en El Destape, el oficialismo busca subastar los terrenos de la Villa 31 para garantizar el negocio inmobiliario del Paseo del Bajo, cuya mayor tajada quedó de forma irregular en manos de Ángelo Calcaterra, primo de Macri, y Marcelo Mindlin, uno de los empresarios predilectos del presidente.
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Dos días después de que El Destape hiciera su informe en la Villa 31, los integrantes de la mesa fueron "increpados por una patota PRO mientras estaban realizando una difusión contra el proyecto". Pero no fue el único episodio de violencia.
En el habeas corpus enumeraron una serie de episodios que comenzaron en junio del 2018. Según manifestaron, en la reunión de la mesa de Urbanización de ese mes, "sus integrantes son increpados por una patota PRO que los amenaza diceindo que desista de seguir realizando la difusión de argumentos en contra del proyecto para la villa 31".
Al mes siguiente, en la Legislatura porteña "cuatro integrantes de una patota PRO (...) propinaron golpes en la espalda a Héctor Guanaco, referente de la mesa de Urbanización" y "el consejero Walter Giracoy fue amenazado coactivamente por parte de un empleado de la Secretaría de Diego Fernandez".
Luego de una serie de denuncias por las agresiones, en septiembre, vecinos de la villa 31 sufrieron "una violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad" y "al miembro de la Mesa de Urbanización, Facundo Peralta, le partieron literalmente el bastón policial en la cabeza". Además, denunciaron visitas "a solas" y "fuera del horario laboral" a vecinos por parte de empleados de la Secretaría de Integración Social y Urbana.
Por estos hechos mencionados, los legisladores porteños advirtieron que "existe una amenaza actual e inminente de que se profundice el riesgo de la libertad ambulatoria del colectivo de personas" que integra la Mesa de Urbanización por lo que pidieron el "cese" de los actos violentos y que se dispongan "las medidas de protección policiales y jurídicas necesarias a fin de resguardar la integridad física de los miembros".