Mauricio Macri aseguró que su gobierno evitó "la quinta crisis de la historia" de la Argentina. Según el Presidente, el país estaba "quebrado, endeudado y en default" cuando se hizo cargo del Poder Ejecutivo en diciembre pasado.
Durante la conferencia de prensa que ofreció en la ciudad de Roque Sáenz Peña, tras visitar las obras de una planta de agua potable en el Impenetrable junto al gobernador de Chaco, Domingo Peppo, Macri repasó que "fue un año difícil, el punto de partida fue duro", en un "país quebrado, endeudado, en default, con la carga impositiva más alta de la historia, con la obras paradas".
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En ese contexto, subrayó: "En vez de quejarnos, enojarnos, y buscar responsables lo canalizamos en trabajar, y logramos juntos evitar la quinta crisis de la historia, a la que estábamos destinados si no corregíamos, pero por suerte corregimos".
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El Presidente remarcó su agradecimiento al "acompañamiento de gobernadores e intendentes" de todo el país y sostuvo que "más peleas y más divisiones no traerán soluciones", en medio de las demandas sociales en vísperas de la llegada del fin de año.Por otra parte, al ser consultado sobre las críticas del vicegobernador local, Daniel Capitanich, quien dijo que hay "muchas visitas y pocas obras", el mandatario se preguntó "por qué está tan enojado", al igual que su hermano, el actual intendente de Resistencia y exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Jorge Capitanich.
Al respecto, consideró: "Tenemos que tratar de encontrar una agenda y tirar el carro juntos y no seguir discutiendo sobe el pasado". "Insto a los Capitanich a sentirse parte y no defender lo que pasó y concentrarnos a reducir el 32% de la pobreza", enfatizó el jefe de Estado.