El Gobierno porteño llamó a licitación pública para la concesión de ocho predios ubicados en la Costanera Norte de la ciudad. Se trata de espacios que, por su disposición, deberían convertirse en rivera pública pero que en la actualidad son explotados comercialmente.
Gastronomía y boliches bailables, en su mayoría, ocupan esa zona desde comienzos de los años '90 alentados por reformas privatizadoras del entonces intendente municipal Carlos Grosso. Hasta ahora, sin embargo, se mantuvieron con permisos precarios provisorios que deben renovarse cada cinco años.
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La licitación para que empresas oferten, anunciada para marzo próximo, es resistida por quienes buscan que ese espacio vuelva a ser público. Jonatan Baldivieso, abogado del Observatorio del Derecho de la ciudad de Buenos Aires, dijo a El Destape que la ciudad comete "una ilegalidad flagrante al reprivatizar los predios destinados a espacios verdes y no discutir qué actividades se deberían desarrollar en esos lugares".
Hasta el momento, la organización que representa Baldivieso se limitó a presentaciones administrativas pero no descartan una eventual presentación judicial antes del llamado en un mes.
Fernando Múñoz, legislador porteño del Frente Progresista y Popular, que acompaña el reclamo de Baldivieso agregó a este portal que "tampoco se está discutiendo el 'camino de sirga' donde viven 400 familias que esperan obras para su relocalización" en la zona del Riachuelo, una de las más contaminadas del país.
"A fin de año, cuando se presentó el presupuesto para 2015, tanto en Desarrollo Social como en Espacio público preguntamos si tenían pensado renovar las concesiones o si el Estado se hacía cargo de su espacio público. Ellos respondieron, en ese momento, que estaban evaluando qué hacer", sostiene Múñoz.
Entre los comercios que funcionan en la actualidad se cuentan los boliches VIP Tequila y la disco Pacha, los restaurante Gardiner, Aquellos años, Siga la Vaca y Bahamas y y estacionamientos. En todos los casos los permisos están vencidos y fueron denunciados penalmente por pagar cánones irrisorios.
Según trascendió, los cánones van desde $ 59.000 hasta $ 214.000 como máximo, en el caso del restaurante Rodizio, con 1872 m2 cubiertos, 1142 m2 descubiertos y un estacionamiento de 1654 m2.