"La pobreza estructural nace en un sistema que la necesita: el clientelismo es la demostración más pornográfica de esa situación, esa relación que envilece a ambos: al Estado que da y al pobre que recibe a cambio de nada. El intendente que reparte puestitos que resultan, en el fondo, un subsidio de desempleo encubierto. Puestitos de unos pocos miles: los suficientes para que la mierda les llegue al cuello pero no los tape. Mano de obra barata para los actos, segunda o tercera generación de desocupados que se saben definitivamente afuera", afirma Lanata en su columna de opinión de este sábado en Clarín.
Y añade: "Es obvio que los gobiernos no pueden desinteresarse del problema, pero también lo es que toda la sociedad civil debiera actuar: un tercio de la población es esclava. ¿No alcanza para que hagamos algo?".