El presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), Mariano Federici, opinó que existió un exceso de "regulaciones irresponsables" de los últimos años en Argentina. Esto, dijo, creó un "sistema subterráneo de movimiento de fondos" lícitos e ilícitos.
Por ello, el funcionario propuso a los bancos trabajar junto a los entes reguladores para ir hacia la aplicación de un enfoque que permita reducir la aversión irracional al riesgo, la cual compromete la fortaleza sistémica del sector financiero.
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El jefe de la entidad encargada de controlar el lavado de dinero habló así ante más de 1.500 banqueros en la 50 Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), la reunión más importante en su tipo, que se llevaba adelante hoy y mañana.
Al analizar el caso argentino, Federici dijo que la aversión al riesgo se vio potenciada en años recientes por "una sobrecarga regulatoria excesiva e ineficiente en manos de reguladores frecuentemente irresponsables". Esos reguladores, apuntó el jefe de la UIF, "distorsionaron el uso de las facultades regulatorias para satisfacer necesidades ajenas al propósito de la regulación o en algunos casos con fines persecutorios".
Esa situación trabó la productividad, demoró la inclusión financiera y generó exclusión, creando "una demanda feroz por servicios informales que derivaron en el desarrollo de uno de los sistemas subterráneos de movimiento de fondos más sofisticados de la región".
Si bien estas plataformas informales fueron requeridas para operaciones con dinero de fuentes lícitas, Federici confirmó que "sirvieron también como conductos de dinero proveniente del delito o destinado a actividades ilícitas, ocasionando así más riesgos para la seguridad y la integridad". Añadió que para revertir este sistema, tener un rumbo de crecimiento y desarrollo de la formalidad, los entes reguladores y las entidades financieras deben entender tanto el contexto local como la coyuntura internacional, dado que no se puede perder de vista lo que puede impactar.
"También debemos escuchar y entender a la banca: sus preocupaciones con respecto a la regulación y sus posibilidades y costos de cumplimiento, profundizando el diálogo y tornándolo cada vez más fluido", expresó Federici, quien abonó la idea por acabar con la incertidumbre regulatoria. En ese sentido, dijo que se debe trabajar para aclarar siempre de la manera más trasparente posible cuál es la expectativa regulatoria y hacerlo de forma coordinada entre reguladores locales como la UIF y el Banco Central de la República Argentina, para evitar crear confusiones que siembren incertidumbre.
Por ello, como regulador en materia de prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, Federici dijo que considera importante "reordenar el marco regulatorio de manera eficiente para ser más eficaces en materia de prevención". "Las buenas intenciones a veces pueden acarrear consecuencias no deseadas, con efectos asfixiantes que provocan más daño que el problema que se pretendía resolver", advirtió y propuso ir hacia un enfoque basado en riesgos por contraposición a lo que sería un enfoque de un mero cumplimiento formal y documental.