El pasado 4 de febrero, en el marco de la visita presidencial a la República Popular China, la Presidenta de la Nación Argentina, Dra. Cristina Fernández de Kirchner firmó junto a funcionarios chinos la orden para el inicio de las obras correspondientes a las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic que se construirán en el aprovechamiento hidroeléctrico del río Santa Cruz. Ese mismo día, el Ministerio de Planificación Federal y la Administración Nacional de Energía (NEA) de China habían firmado el acuerdo de cooperación para construir la 5ª Central Nuclear, por cierto, un día después de que el referido ministerio, la NEA y la Corporación Nacional Nuclear China (CNNC) suscribieran un convenio de ratificación del trabajo conjunto en el Proyecto 4ª Central Nuclear - Atucha III.
El Director General del OETEC, Federico Bernal, al ser consultado por el inicio de obras de construcción de las represas sobre el río Santa Cruz, declaró que "las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic resultan estratégicas para los ciudadanos argentinos; es muy importante que en el corto plazo se inicien estas obras de aprovechamiento hidroeléctrico del río Santa Cruz, el más caudaloso del país". Agregó demás que "ambas represas sumarán en conjunto una potencia instalada de 1.740 MW y comercializarán anualmente 5.250 GWh en promedio. Hoy en día ese dato equivale a satisfacer algo alrededor del 4% de la demanda nacional de energía, beneficiando a 1,5 millones de hogares. Podrán ahorrarle al país US$ 1.200 millones anuales en sustitución de importaciones de gas natural licuado".
Indagado por las declaraciones del grupo de los ocho ex secretarios de Energía que tanto han criticado el inicio de estas obras, Bernal respondió: "Lejos de lo anunciado por los agoreros de catástrofes y crisis terminales, la Argentina sigue sumando socios estratégicos que apuestan al país, invierten en su desarrollo y benefician a millones de compatriotas. Nuestro país avanza y se dignifica. Primero, cabe aclarar que el consorcio conformado por las empresas IMPSA, Corporación América y Camargo Correa no logró, en 2010, conseguir el financiamiento requerido para el proyecto, y tras la extensión de al menos dos años de los plazos, tanto la provincia de Santa Cruz como el gobierno nacional decidieron darlo por terminado. Segundo, y por consiguiente, en agosto de 2012 se inició un nuevo proceso de licitación, y en enero de 2013 se presentaron 5 ofertas en las que participaban 21 empresas, en junio se preseleccionaron 4 ofertas y en agosto de ese año se adjudicaron las obras a la UTE (Unión Transitoria de Empresas) conformada por Gezhouba, Electroingeniería e Hidrocuyo".
En relación a las críticas opositoras de una supuesta herencia de deuda para un futuro gobierno, Bernal manifestó que "los que esgrimen tal argumento, endeudadores seriales del pueblo argentino como durante los años noventa en los que nos endeudaban por 14.000 millones de dólares por año, o con De la Rúa con el Blindaje y Megacanje, los que esgrimen tal argumento pretenden atemorizar a la ciudadanía. Eso no va a pasar. ¿Por qué? Gracias al finamiento de organismos chinos, las obras se comenzarán a pagar una vez que estén operativas comercialmente, es decir, se pagarán con la propia energía que van a generar y a venderle a CAMMESA, beneficio imposible de igualar por cualquier otro oferente. Asimismo, en las obras de estas represas, si bien es cierto que la empresa china Gezhouba suministrará las turbinas y equipos electromecánicos vinculantes, que representa el 50% de la obra, el otro 50% será aportado por las empresas argentinas Electroingeniería e Hidrocuyo en las obras civiles, equipos y montajes electromecánicos para la interconexión eléctrica, playa de 500 kV, transformadores, etc., en los que tendrá una especial participación tanto en suministros como en servicios de montajes la industria metalúrgica nacional". Finalmente, Bernal agregó que "los informes de factibilidad para la construcción de las represas sobre el río Santa Cruz, pueden consultarse en la Subsecretaría de Recursos Hídricos; esto a propósito de quienes ponen en duda la existencia de los mismos".
Por su parte, el Director de Investigación Científica y Tecnológica del OETEC, Ricardo De Dicco, declaró que los acuerdos suscriptos son "una excelente noticia para la industria metalúrgica nacional. Acordar la construcción de la 4ª y la 5ª centrales nucleares consolidarán el esfuerzo de inversión en infraestructura, equipamiento y formación de recursos que venimos haciendo los industriales desde el relanzamiento del Plan Nuclear en 2006. La 4ª Central Nuclear tendrá un reactor del tipo tubos de presión, de tecnología CANDU de la que el Estado argentino es propietario. Este reactor emplea uranio natural como combustible y agua pesada como moderador y refrigerante, y es similar al existente en la Central Nuclear Embalse. Mientras que la 5ª Central Nuclear tendrá un reactor de agua presurizada (PWR, el más empleado a nivel mundial) de tecnología ACP-1000 (diseñado en China), que emplea uranio levemente enriquecido como combustible y agua liviana como moderador y refrigerante. En el reactor CANDU (4ª CN) la industria nacional podría suministrar alrededor del 70% de los componentes, mientras que en el PWR (5ª CN) la participación nacional podría oscilar entre un 30% y un 40%, pero eso dependerá de la capacidad instalada, tecnología y recursos humanos disponibles por parte de nuestra industria".
De Dicco destacó también el hecho de que "en los convenios para ambas centrales nucleares se establece, entre otros, que deberá asegurarse el máximo contenido local de bienes y servicios, y que deberá proveerse la transferencia de tecnología para la fabricación de componentes a empresas argentinas, porque es justamente esto lo que consolidará el esfuerzo realizado por las industrias metalúrgicas y metalmecánicas desde el relanzamiento del Plan Nuclear en 2006 hasta el presente. De lograrse tal consolidación, en el futuro nuestra industria metalúrgica nuclear se encontrará en condiciones de ofrecer en asociación estratégica con China reactores del tipo PWR en toda Latinoamérica".
En suma y para la Dirección del OETEC, "los acuerdos firmados con China constituyen un gran impulso de la industrialización nacional, la seguridad económica y la seguridad energética de la República Argentina en calidad de Nación progresivamente diversificada en su aparato productivo e industrial, así como en su economía y su sistema energético".
El Director General del OETEC, Federico Bernal, al ser consultado por el inicio de obras de construcción de las represas sobre el río Santa Cruz, declaró que "las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic resultan estratégicas para los ciudadanos argentinos; es muy importante que en el corto plazo se inicien estas obras de aprovechamiento hidroeléctrico del río Santa Cruz, el más caudaloso del país". Agregó demás que "ambas represas sumarán en conjunto una potencia instalada de 1.740 MW y comercializarán anualmente 5.250 GWh en promedio. Hoy en día ese dato equivale a satisfacer algo alrededor del 4% de la demanda nacional de energía, beneficiando a 1,5 millones de hogares. Podrán ahorrarle al país US$ 1.200 millones anuales en sustitución de importaciones de gas natural licuado".
Indagado por las declaraciones del grupo de los ocho ex secretarios de Energía que tanto han criticado el inicio de estas obras, Bernal respondió: "Lejos de lo anunciado por los agoreros de catástrofes y crisis terminales, la Argentina sigue sumando socios estratégicos que apuestan al país, invierten en su desarrollo y benefician a millones de compatriotas. Nuestro país avanza y se dignifica. Primero, cabe aclarar que el consorcio conformado por las empresas IMPSA, Corporación América y Camargo Correa no logró, en 2010, conseguir el financiamiento requerido para el proyecto, y tras la extensión de al menos dos años de los plazos, tanto la provincia de Santa Cruz como el gobierno nacional decidieron darlo por terminado. Segundo, y por consiguiente, en agosto de 2012 se inició un nuevo proceso de licitación, y en enero de 2013 se presentaron 5 ofertas en las que participaban 21 empresas, en junio se preseleccionaron 4 ofertas y en agosto de ese año se adjudicaron las obras a la UTE (Unión Transitoria de Empresas) conformada por Gezhouba, Electroingeniería e Hidrocuyo".
En relación a las críticas opositoras de una supuesta herencia de deuda para un futuro gobierno, Bernal manifestó que "los que esgrimen tal argumento, endeudadores seriales del pueblo argentino como durante los años noventa en los que nos endeudaban por 14.000 millones de dólares por año, o con De la Rúa con el Blindaje y Megacanje, los que esgrimen tal argumento pretenden atemorizar a la ciudadanía. Eso no va a pasar. ¿Por qué? Gracias al finamiento de organismos chinos, las obras se comenzarán a pagar una vez que estén operativas comercialmente, es decir, se pagarán con la propia energía que van a generar y a venderle a CAMMESA, beneficio imposible de igualar por cualquier otro oferente. Asimismo, en las obras de estas represas, si bien es cierto que la empresa china Gezhouba suministrará las turbinas y equipos electromecánicos vinculantes, que representa el 50% de la obra, el otro 50% será aportado por las empresas argentinas Electroingeniería e Hidrocuyo en las obras civiles, equipos y montajes electromecánicos para la interconexión eléctrica, playa de 500 kV, transformadores, etc., en los que tendrá una especial participación tanto en suministros como en servicios de montajes la industria metalúrgica nacional". Finalmente, Bernal agregó que "los informes de factibilidad para la construcción de las represas sobre el río Santa Cruz, pueden consultarse en la Subsecretaría de Recursos Hídricos; esto a propósito de quienes ponen en duda la existencia de los mismos".
Por su parte, el Director de Investigación Científica y Tecnológica del OETEC, Ricardo De Dicco, declaró que los acuerdos suscriptos son "una excelente noticia para la industria metalúrgica nacional. Acordar la construcción de la 4ª y la 5ª centrales nucleares consolidarán el esfuerzo de inversión en infraestructura, equipamiento y formación de recursos que venimos haciendo los industriales desde el relanzamiento del Plan Nuclear en 2006. La 4ª Central Nuclear tendrá un reactor del tipo tubos de presión, de tecnología CANDU de la que el Estado argentino es propietario. Este reactor emplea uranio natural como combustible y agua pesada como moderador y refrigerante, y es similar al existente en la Central Nuclear Embalse. Mientras que la 5ª Central Nuclear tendrá un reactor de agua presurizada (PWR, el más empleado a nivel mundial) de tecnología ACP-1000 (diseñado en China), que emplea uranio levemente enriquecido como combustible y agua liviana como moderador y refrigerante. En el reactor CANDU (4ª CN) la industria nacional podría suministrar alrededor del 70% de los componentes, mientras que en el PWR (5ª CN) la participación nacional podría oscilar entre un 30% y un 40%, pero eso dependerá de la capacidad instalada, tecnología y recursos humanos disponibles por parte de nuestra industria".
De Dicco destacó también el hecho de que "en los convenios para ambas centrales nucleares se establece, entre otros, que deberá asegurarse el máximo contenido local de bienes y servicios, y que deberá proveerse la transferencia de tecnología para la fabricación de componentes a empresas argentinas, porque es justamente esto lo que consolidará el esfuerzo realizado por las industrias metalúrgicas y metalmecánicas desde el relanzamiento del Plan Nuclear en 2006 hasta el presente. De lograrse tal consolidación, en el futuro nuestra industria metalúrgica nuclear se encontrará en condiciones de ofrecer en asociación estratégica con China reactores del tipo PWR en toda Latinoamérica".
En suma y para la Dirección del OETEC, "los acuerdos firmados con China constituyen un gran impulso de la industrialización nacional, la seguridad económica y la seguridad energética de la República Argentina en calidad de Nación progresivamente diversificada en su aparato productivo e industrial, así como en su economía y su sistema energético".