La oleada de despidos continúa. Dos tercios de los trabajadores de la fábrica metalúrgica Mabe, de Haedo, fueron desvinculados por medio de las firma de sus retiros voluntarios, debido a que la empresa decidió dejar de producir sus propias piezas para pasar a importarlas más baratas desde China.
Según confirmó a Página 12 el secretario adjunto de la UOM Morón, Rubén Andrada, Mabe dejará de producir sus propios electrodomésticos y sólo 30 de los 90 empleados que tenía la planta continuarán en sus puestos laborales, que realizarán tareas técnicas. Así, son 60 los desvinculados, a quienes les pagaron una indemnización.
Andrada confirmó que “en la planta de Haedo, a partir de la semana que viene, sólo se va a recibir la mercadería para distribuirla”, por decisión de los directivos, que prefieren ahorrar costos al traer los productos “de afuera”. “Lamentablemente, esto es producto de la política de abrir de manera irrestricta las importaciones”, sostuvo.
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El año pasado Mabe ya había sufrido su primera crisis: una planta en San Luis fue cerrada por la caída de la demanda. En la de Haedo, hubo un intento de flexibilizar las condiciones de trabajo, que no tuvo éxito.
De acuerdo a Agustín Colovos, un delegado de la fábrica, la situación crítica comenzó cuando Unilever, uno de sus principales clientes en tubos de aluminio, comenzó a importar los envases que utilizan para los desodorantes en aerosol. “En diciembre fabricábamos 30 millones de aerosoles, ahora hacemos 6 millones por mes”, indicó Colovos a Página 12.
Además, contó que en reuniones entre el ex secretario de Industria, Francisco Cabrera, la UOM y representantes de la empresa, “el Gobierno no dio ninguna salida” e, incluso, ante el pedido de que la proveedora rebaje el precio del aluminio “la respuesta fue que lo trajeran de afuera”.
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