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"Te queremos, Mauricio", le gritaron a lo que él respondió, bromeando: "Yo también las quiero y ahora que Juliana está distraida se los puedo decir", haciendo alusión a que su mujer no podría ponerse celosa.
En ese sentido, continuó la broma: "Además, si ella puede tocarle la panza a Obama... ¡yo puedo ir y tocar la panza de ustedes!".