Un estudio sociológico y de datos analizó el comportamiento en las redes sociales durante el conflicto en el Ministerio de Ciencia y Tecnología por los recortes del Gobierno y el conflicto con los becarios del CONICET. Así se desenmascaró al macrismo, que estuvo detrás del ataque a los científicos y tratando de imponer un discurso contra ellos.
Con el mismo modus operandi que se usó en el ataque virtual a Marcelo Tinelli en las redes a mitad de año, esta vez el centro a atacar fueron los científicos. El conductor de TV en su momento mandó a realizar un estudio que demostró que el boicot estuvo dirigido por el denunciado call center que tiene el Gobierno dedicado a las redes sociales, donde el Gobierno destina 162 millones de pesos.
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Esta vez el estudio lo realizaron las licenciadas en Sociología y Comunicación Yamila Abbas y Analía Luis para el sitio El Gato y La Caja. Allí se destaca como dato más significativo que en Twitter los mensajes contra los científicos en las últimas semanas se dio sólo en los días de semana y bajaron considerablemente hasta llegar casi a la nulidad los fines de semana.
"Cuando visualizás la cinética de esta conversación en el tiempo, aparecen algunos patrones de lo más interesantes, como uno de actividad semanal, y un mínimo claro de presencia de tweets anti CONICET durante los fines de semana", confirma el informe.
Además, el informe revela la identidad de los usuarios que atacaron a los científicos: "Algo que nos llamó mucho la atención es que muchos de los usuarios inmediatamente adyacentes a los centrales del cluster negativo no tienen ningún tipo de identificación, estética o estilo personal discursivo que nos haga pensar que son personas expresando su opinión en redes. En la red de usuarios anti-CONICET abundan las cuentas con estética despersonalizada: caricaturas, fotos de bancos de datos y portadas en baja resolución. Esto contrastó fuertemente con los usuarios de mayor centralidad en la red que se manifestó en apoyo a la comunidad científica de CONICET. Los usuarios con mayor volumen de menciones y retweets en esta red fueron referentes académicos, investigadores y algunos portales digitales".
Y agrega: "Muchos acusan la existencia de un call center de operadores, y otros consideran que eso es un mito, así que veamos si hay razones o no para pensar que esa idea de manipular la opinión pública usando cuentas que no responden a personas reales se sostiene o se debilita con datos. A lo que ya sabemos sobre la distribución jerárquica y centralizada de usuarios del cluster anti CONICET y sobre su alta tasa de retweets sobre tweets originales, podemos sumarle el dato de que el clúster negativo tenía alta actividad de lunes a viernes y muy baja los fines de semana, y podemos agregar un dato más: la fecha en la que esas cuentas fueron creadas".
Además, el informe hace pocos en las cuentas falsas creadas para la ocasión. Explica: "Un gran paso siguiente podría ser ahondar minuciosamente en el comportamiento de cada una de estas cuentas (patrones como la tasa de tweets originales contra los retweets, un ejercicio para cuentas como @gabrielluna007, @azulinamorena o @esthermdq, protagonistas del cluster anti CONICET, que son básicamente cuentas de retweets sin generación de contenido propio pero al mismo tiempo con decenas de RTs diarios, lo que nos hace pensar en un sistema organizado de amplificación de contenido, o en usuarios reales muy entusiasmados con retweetear, pero nunca expresarse personalmente)".