Desesperado por Cristina, Macri le dice a los empresarios que 2019 es "a todo o nada"

14 de abril, 2019 | 15.02

En las últimas semanas, tanto el Presidente Mauricio Macri, junto con los ministros Marcos Peña y Dante Sica mantuvieron reuniones con varios de los más grandes empresarios (los pocos beneficiados por Cambiemos) con el fin de buscar su apoyo.

El macrismo, que en el año 2015 criticó las advertencias del kirchnerismo sobre qué pasaría de ganara Macri como una "campaña del miedo", ahora se encuentran en una gigantesca ironía: con las elecciones cerca y los números en rojo, solo les queda convencer a sus supuesto aliados de ayudarlos.

"¿Cuánto pasaría a cotizar una empresa si Cristina se consagrara de nuevo presidenta? Sus valores caerían a la mitad o menos. El mercado amanecería patas para arriba el 28 de octubre. Los empresarios se irían a dormir con un patrimonio y se despertarían con otro”, dicen desde la mesa chica de Presidencia, en un afán por convencer al establishment de apoyarlos.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Según asegura Clarín, "las encuestas y trabajos de focus group que va coleccionado Jaime Durán Barba contemplan por primera vez la posibilidad de que Macri tenga que dejar su cargo", lo que deja un final abierto. El Gobierno hará lo que sea para retener el poder.

Dentro de las conversaciones que entablan desde el Ejecutivo, remarcan que se interrumpirían los polémicos juicios a empresarios y dirigentes que lleva a cabo el cuestionado juez Claudio Bonadio y el aún más criticado fiscal Carlos Stornelli, como también que se meterá presos a otros "solo por pensar distinto".

El tridente ya ha mantenido reuniones con varios de los empresarios más poderosos: Luis Pérez Companc (Molinos), Paolo Rocca (Techint), Luis Pagani (Arcor), Eduardo Elsztain (IRSA) y Alfredo Coto (Supermercados Coto).

También está agendados para futuras reuniones Marcos Bulgheroni y Marcos Galperín, el dueño de Mercado Libre. No está claro si el mensaje que quiere transmitir Macri es en tono amigable, o más bien en tono apocalíptico, pero claro está que, mientras más se acerca octubre, la desesperación comienza manifestarse.