Luego de renunciar a varios de sus trabajos, la conductora Mariela Fernández volvió a hablar del mal momento que atravesó a raíz de la muerte de su padre.
En una entrevista para La Nación, la presentadora que ahora conduce las mañanas de C5N se refirió a la crisis que vivió y aseguró que "si no paraba iba a terminar mal".
"Nunca pensé que me iba a doler tanto el alma con la partida de mi papá. Hay como un antes y un después en mi vida. Mi laburo tiene mucho que ver con mi alegría, con arengar, con la buena onda, el optimismo y el tiremos para adelante. Y la partida de mi viejo me apagó esa llamita", afirmó Fernández sobre su salida de varios programas.
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Y señaló: "Cuando agarré todos esos laburos, me mudé de Haedo a Capital. Y en un mes me quedé sin viejo, sin laburo, me peleé con una amiga y me mudé. O sea, todo lo que dicen que te hace mal o te genera estrés a mi me pasó en cuestión de un mes y medio.
La conductora relató también el duro momento de la muerte de su padre. "El día anterior celebramos mi cumpleaños en la quinta de mi novio. Fue íntimo, en familia. Ni amigos, ni tíos, ni sobrinos, ni nadie. Mamá, papá, mi hermano con su mujer, mi hija, mi novio y yo. Una tarde hermosa. Terminó el día, se fueron a dormir y al otro día amaneció ya fallecido. Como que la vida me lo arrancó. Y si bien no tenía un vínculo muy fuerte con mi viejo, porque no tuve un gran vínculo durante mi vida, los últimos ocho años, a raíz del budismo y de un laburo que yo hice, logré abrazar a mi papá de nuevo", contó.
Y apuntó: "Recién ahora estoy empezando a aceptar que no está mi papá y entendiendo que depende de mí y sólo de mí encender esa llamita. Al no tener alegría no tenía ganas de nada. Bajé 10 kilos, dejé de comer, yo ya soy delgada. ¡Llegué a pesar 50 kilos!".