El intendente de Río de Janeiro, Eduardo Paes, anunció que a partir de este miércoles se suspenderá la campaña de vacunación contra el coronavirus en la ciudad por falta de dosis, y confió en que la próxima semana lleguen más cantidades del Instituto Butantan, que desarrolla en Brasil la vacuna de la china Sinovac.
"Recibí la noticia de que no han llegado nuevas dosis. Tendremos que detener nuestra campaña. Hoy vacunamos a personas de 84 años y mañana de 83. Estamos listos y ya hemos vacunado a 244.852. Solo necesitamos que llegue la vacuna", indicó el jefe comunal a través de su cuenta en Twitter. La noticia fue confirmada por el secretario municipal de Salud, Daniel Soranz, quien lamentó la interrupción de la campaña al menos una semana, momento en el que las personas mayores de 82 deberán volver a buscar los puestos de vacunación que el municipio levantó en la capital.
La Alcaldía de Río de Janeiro adelantó el 2 de febrero el calendario de vacunación contra la COVID-19, para que los mayores de 75 lograran ser inmunizados a finales de febrero y los mayores de 60 en marzo. Pese a este contratiempo, Soranz confirmó que la segunda dosis de la vacuna reservada a los profesionales de la salud y a las personas mayores que se encuentran en las residencias está garantizada y se suministrarán a partir del próximo lunes.
"La segunda dosis está reservada, comenzamos a aplicarla en algunos centros de atención a largo plazo para mayores. Los profesionales de la salud que tomaron la primera dosis el 20 de enero, también tendrán la aplicación de esta dosis el martes 16", puntualizó el funcionario según la agencia Europa Press.
La ciudad de Río de Janeiro no es la única urbe brasileña en tener que suspender de manera momentánea su plan de vacunación. La intendencia de Ananindeua, en el norte de Brasil, anunció el domingo que frenaba su calendario a la espera de que el Ministerio de Salud enviara un nuevo lote de vacunas.
El Ministerio de Salud de Brasil confirmó en las últimas 24 horas 239.245 fallecidos y 9.834.513 casos acumulados, de los cuales más de 555.000 fueron registrados en el estado de Río de Janeiro, el segundo, después de San Pablo, con mayor número de muertos, cerca de 31.500.