La estrategia rusa de ataques aéreos contra la red energética ucraniana viola, probablemente, el derecho internacional humanitario, dijo el jueves un organismo de supervisión de la ONU, mientras los ucranianos se preparan para el invierno más duro desde la invasión rusa.
Durante su invasión, Rusia ha disparado cientos de misiles y aviones no tripulados contra instalaciones ucranianas de generación, transmisión y distribución de electricidad.
La primera gran oleada de ataques se produjo en otoño e invierno de 2022, pocos meses después de que Rusia comenzara su invasión a gran escala de Ucrania. Los ataques han continuado durante toda la guerra, aunque Moscú ha intensificado notablemente su campaña desde marzo.
MÁS INFO
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Cada oleada de ataques ha dejado a las ciudades ucranianas sin electricidad durante horas y semanas.
La Misión de Observación de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania (HRMMU, por sus siglas en inglés) centró su informe en nueve oleadas de ataques entre marzo y agosto de 2024.
"Hay motivos razonables para creer que múltiples aspectos de la campaña militar para dañar o destruir la infraestructura civil de producción y transmisión de electricidad y calor de Ucrania han violado los principios fundamentales del derecho internacional humanitario", dice el informe.
La HRMMU dijo que había visitado siete centrales eléctricas dañadas o destruidas por los ataques, así como 28 comunidades afectadas por los ataques.
Kiev afirma que el ataque contra su sistema energético es un crimen de guerra, y la Corte Penal Internacional ha dictado órdenes de detención contra cuatro oficiales y militares rusos por el bombardeo de infraestructuras eléctricas civiles.
Moscú afirma que las infraestructuras energéticas son objetivos militares legítimos y ha rechazado las acusaciones contra sus oficiales por considerarlas irrelevantes.
RIESGOS
Según la HRMMU, los ataques suponen riesgos para el suministro de agua, el alcantarillado y el saneamiento, el suministro de calefacción y agua caliente, la salud pública, la educación y la economía en general.
Destaca un problema especial en las zonas urbanas, donde la mayoría de los hogares están conectados a sistemas centralizados de calefacción y agua caliente.
Según el informe, casi el 95% de los habitantes de Kiev dependen de sistemas centralizados de calefacción en los sótanos, cuyo funcionamiento requiere bombas eléctricas para llegar a los pisos superiores del edificio.
"Sin un suministro eléctrico de emergencia, millones de residentes urbanos podrían quedarse sin calefacción", afirmaba.
El HRMMU citaba a expertos que afirmaban que los ucranianos deberían esperar cortes de electricidad de entre cuatro y 18 horas al día este invierno.
El informe también señala que, durante el periodo estival de 2024, los problemas relacionados con la energía serán la segunda razón más común que esgrimen los ucranianos para huir del país.
Con información de Reuters