La guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) está dispuesta a restablecer la negociación de paz con el actual Gobierno o con el que sea elegido el próximo año, con la condición de que se cumplan los acuerdos pactados previamente, dijo a Reuters el principal comandante del grupo rebelde.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, suspendió en enero la negociación de paz con el ELN después de que ese grupo desató una escalada de violencia contra una disidencia de las FARC en el noreste del país que dejó más de un centenar de muertos y alrededor de 55.000 desplazados, una de las más graves crisis humanitarias en la historia reciente del país.
"El ELN siempre ha mantenido su disposición frente a la paz, así como de restablecer los diálogos con el actual Gobierno, pero dentro de una visión de respeto, responsabilidad y cumplimiento de lo acordado", dijo Eliécer Herlinto Chamorro, más conocido por su nombre de guerra como Antonio García, al responder un cuestionario de Reuters desde la clandestinidad.
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"No puede ser un borrón y cuenta nueva. Entendemos que lo pactado no es con un Gobierno, sino con el Estado, pues sabemos lo complejo que ha sido. Es de nuestro interés que lo avanzado se le pueda dar continuidad", explicó.
No fue posible establecer la fecha en la que el líder rebelde, por quien las Fuerzas Militares de Colombia ofrecen una recompensa de más de un millón de dólares, respondió el cuestionario.
En al menos seis ciclos de negociación del Gobierno de Petro con el ELN, con el apoyo de México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile, se acordó la participación de la sociedad civil en la construcción de la paz, la implementación de acciones humanitarias para reducir la afectación a la población e inversión social para proyectos de desarrollo.
Por su parte, Petro, quien ofreció al comienzo de su Gobierno una política de paz total para poner fin al conflicto armado de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos, dijo a finales de octubre que era hora de reiniciar los contactos con ese grupo rebelde considerado por Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista y que cuenta con más de 6.200 integrantes entre combatientes y auxiladores.
El presidente reiteró su solicitud la semana pasada en El Tarra, en el departamento de Norte de Santander, una de las zonas en donde ese grupo rebelde siempre ha tenido presencia: "Al ELN le digo, hermanos, hermanas, porque aquí todos somos hermanos, seres humanos que somos: hagan la paz ya".
AÚN SIN ACUERDOS DE FONDO
Temas como la suspensión de las hostilidades, de los secuestros por parte del grupo insurgente y la posible financiación del proceso de paz con un fondo multidonante no se han acordado hasta ahora.
El ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, ha sostenido diálogos de paz con varios gobiernos desde la década de 1990 pero no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas, según fuentes de seguridad.
Sin embargo, el grupo rebelde que en las últimas semanas dejó en libertad a 39 personas a las que mantenía privadas de la libertad en el noreste del país, asegura tener plena unidad de mando.
Los colombianos irán a las urnas en 2026 para elegir un nuevo Congreso y el sucesor de Petro en unas elecciones en las que los temas de la seguridad y la paz serán decisivos y sensibles, según analistas, ante los escasos logros del actual presidente para detener la violencia a través de negociaciones y el aumento del control territorial de los grupos armados ilegales.
García aseguró que con el próximo Gobierno están dispuestos a avanzar en la búsqueda de la paz.
"Independientemente del Gobierno que llegue, hay que seguir en el empeño de avanzar en lo pactado hasta ahora", aseguró el líder del ELN. "Todo lo realizado en la mesa ha sido de conocimiento público, ahí no hay nada oculto, y entre más participe la sociedad, será mucho mejor".
García afirmó que la condición para alcanzar la paz no puede ser la desmovilización y el desarme de la guerrilla y que el asunto de fondo debe ser superar la pobreza, llevar educación, salud, vivienda, proyectos productivos a las regiones.
"Ese día no será necesaria la guerrilla rebelde y revolucionaria", concluyó.
(Luis Jaime Acosta)
