El realizador Lucas Larriera estrena este jueves en el porteño Centro Cultural San Martín “Canal 54”, filme en el que indaga sobre una supuesta transmisión paralela de la llegada del hombre a la Luna en 1969, captada por un radioaficionado de la localidad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires.
“La historia me llegó de manera sorpresiva. Armengol Torres, un catalán que vio “Alunizar” –ópera prima del director-, me envió un escaneo de la revista Siete Días Ilustrados donde aparece Norberto Otero, el radioaficionado que, dos semanas después del acontecimiento, dijo haber recibido con una antena casera una llegada a la Luna diferente, con otros astronautas, en otra Luna, pero al mismo tiempo, es decir, en paralelo a la original”, explicó Larriera en un comunicado de prensa.
A partir de ese hecho explicó: “Quise encarar este proyecto confiando en esa historia. No cargar a ese radioaficionado con el mote de chanta. Ir hacia la verdad y fracasar irremediablemente. Creer su historia y realizar la investigación a partir de ahí", agregó el realizador.
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Larriera se encuentra con distintas teorías conspirativas por parte de Armengol, y forma parte de la trama con una investigación sobre la naturaleza de las imágenes, pero se encuentra todo el tiempo con la figura esquiva de Norberto Otero.
“En “Alunizar” -que codirigió junto a Pepa Astelarra-, mi aproximación a la temática de la llegada a la Luna fue totalmente inocente. Queríamos reconstruir la imagen del primer paso de Neil Armstrong con exactitud y ver si ese material podría llegar a pasar como el verdadero, pero nos vimos engañados rápidamente”, añadió.
“El material con el que contábamos era de por sí un engaño, ya que ese paso que el documental norteamericano nos mostraba como el primero era en realidad el segundo astronauta en descender con el audio del primero. Es decir, estaba falseado de antemano”, explicó el cineasta.
En tanto, en “Canal 54” contó que el personaje principal es Armengol y sus teorías sobre la procedencia de las imágenes captadas por Otero.
“Él, y no la película, es conspirativo de por sí. Cuando nos conocimos por primera vez me dijo que una posibilidad es que haya sido una sociedad secreta”, abundó Larriera.
“La historia es pintoresca, es cierto, pero lo realmente interesante es que la nota no sólo tenía el testimonio de Otero sino las fotos que este le sacó a su televisor con la transmisión clandestina. Sin esas fotos, Otero era un loco más”, concluyó el realizador.
Con información de Télam
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