Funcionarios, economistas y exdirigentes del Banco de Inglaterra responsabilizan a la institución por la inflación de 10,1% interanual en julio en Reino Unido, la más elevada del G7 y un récord en 40 años que supera ampliamente el objetivo de 2%.
El Banco de Inglaterra (BoE) espera que la inflación siga subiendo en los próximos meses, hasta 13%, lo que agravará la pérdida de poder adquisitivo que amenaza con arrojar a la pobreza a muchos hogares, recordó la agencia AFP.
"Está claro que algo ha salido mal", dijo el ministro de Empresas, Energía e Industria, Kwasi Kwarteng, en una entrevista con la cadena Sky News, en la que consideró que "las tasas de interés deberían haberse subido un poco antes".
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A su vez, la ministra de Exteriores Liz Truss, la favorita de los sondeos para suceder a Boris Johnson en Downing Street, propuso revisar el estatuto del Banco de Inglaterra, cuya independencia data de 1997.
Ante las críticas, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, recordó que el BoE subió sus tasas a fines de 2021, antes de la Reserva Federal de Estados Unidos o del Banco Central Europeo.
Pero al igual que la Unión Europea, el Reino Unido sufre de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania, a lo que se suman las interrupciones de las cadenas de suministro y la falta de trabajadores como consecuencia del Brexit.
Para Bailey, la inflación se aceleró también debido a la nueva ola de infecciones por el Covid-19, pese a que ya no hubo confinamientos estrictos.
"Es verdad que la inflación es elevada este año, pero el mensaje es el mismo: en ocho siglos, la independencia es la mejor manera de tener una inflación mesurada y estable", afirmó en Twitter un miembro del comité monetario, Jonathan Haskel.
Antiguos funcionarios del Banco consideran que si la institución hubiera subido las tasas antes -cuando el crecimiento era más fuerte- se habría evitado un endurecimiento doloroso de la política monetaria.
El Banco de Inglaterra "no tiene un trabajo fácil en este momento, pero tiene herramientas a su disposición, en particular los tipos de interés, y es un poco lento para subirlos", critica Andrew Sentance, antiguo miembro del comité de política monetaria.
"Fuimos muy, muy lentos a la hora de ver salir el tren del túnel, mucha gente fue atropellada y ahora tenemos que lidiar con las consecuencias", espetó Stuart Rose, presidente de la cadena de supermercados Asda y miembro conservador de la Cámara Alta del parlamento.
Para él, la prioridad debe ser "matar la inflación" en vez de privilegiar el crecimiento y acusa a Truss de querer "tirar dinero por todos lados", lo que alimenta la inflación.
Pero por otro lado, la estricta política monetaria no genera unanimidad: "La tasa relativamente elevada de la inflación en Reino Unido se debe a la política presupuestaria y al Brexit", afirma Samuel Tombs, economista de Pantheon Macroeconomics, que cree que subir las tasas de interés no resolverá el problema.
Con información de Télam