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Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron un 6,8% en noviembre respecto al año anterior, lo que representó la tasa de inflación anual más alta desde junio de 1982, de acuerdo a datos brindados hoy por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de aquel país.
El incremento en los precios se dio, fundamentalmente, por el alza en energía (33,3% anual) y en alimentos, precisó AFP.
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Asimismo, los precios de los autos nuevos subieron 11,1% y los de los usados 31,4% el mes pasado.
Excluyendo los rubros más volátiles como energía y alimentación, la inflación subyacente también fue importante: 4,9%.
En octubre, el índice de precios había aumentado un 6,3% interanual.
Según la agencia de noticias ANSA, los precios volátiles de la energía, los problemas en la cadena de suministros, la alta demanda de los consumidores y la política monetaria flexible están contribuyendo al alza.
Estos resultados suponen un problema para el presidente Joe Biden que lucha por la aprobación de un millonario paquete de ayudas sociales y ambientales, señaló AFP.
El mandatario había anunciado el mes pasado que su "prioridad principal" sería invertir la tendencia inflacionaria.
Por su parte, el líder republicano del Senado Mitch McConnell, señaló en un comunicado que “las cifras confirman lo que cada familia estadounidense ya sabe: la inflación está fuera de control bajo el mando de los demócratas”.
Luego de sostener que el aumento de precios era "temporal" y en buena medida debido a la reactivación tras la caída por la pandemia en 2020, el gobierno de Biden y la Reserva Federal (Fed) terminaron admitiendo que la inflación será más duradera de lo previsto.
La Fed pronostica que la inflación cederá en el segundo semestre de 2022.
En ese sentido, la aparición de la variante Ómicron siembra más incertidumbre al funcionamiento de la economía y las expectativas.
“Las dificultades por el alza de precios muestran que es importante que el Congreso adopte sin demora mi plan 'Build Back Better' (Reconstruir mejor), que reducirá los costos de salud, medicamentos con receta, y cuidado de niños para las familias", enfatizó este viernes el presidente Biden.
En consecuencia, el Gobierno argumentó que los US$ 1,750 billones de esta iniciativa se repartirán en una década y no serán inyectados de golpe.
El dato sobre precios se conoció días antes de la reunión de política monetaria de la Fed, que probablemente aumentará los recortes de compras de activos en el mercado para allanar el camino a una posterior suba de tasas de interés.
Con información de Télam
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